La Nasa, en colaboración con sus socios industriales, sigue avanzando en las misiones tripuladas Artemisa III y IV, parte de su ambicioso programa para el regreso del ser humano a la Luna. SpaceX, la empresa encargada de desarrollar el Sistema de Aterrizaje Humano (HLS, por sus siglas en inglés) para estas misiones, ha realizado recientemente pruebas cruciales con un modelo a escala del cohete Super Heavy en el túnel de viento transónico del Centro de Investigación Ames de la Nasa, ubicado en Silicon Valley, California.
El cohete Super Heavy será el encargado de lanzar la nave espacial Starship HLS hacia la Luna como parte de las misiones Artemisa. Durante las pruebas, se utilizó un modelo a escala del 1,2% del cohete, que fue sometido a corrientes de aire a altas velocidades, simulando la resistencia y el flujo de aire que el propulsor enfrenta durante su vuelo. Los ingenieros expusieron el modelo a velocidades de viento que oscilaban entre Mach 0.7 (aproximadamente 864 kilómetros por hora) y Mach 1.4 (1,729 kilómetros por hora), con el objetivo de estudiar el comportamiento aerodinámico y la estabilidad del cohete en condiciones de vuelo real.
Las pruebas, realizadas a principios de 2024, proporcionaron datos valiosos sobre el rendimiento del Super Heavy. Estos resultados permitirán ajustar el software de vuelo para la tercera misión del Super Heavy y la nave Starship, así como perfeccionar el diseño exterior de futuras versiones del cohete. Esta fase de pruebas, que duró aproximadamente dos semanas, es clave para asegurar que el cohete pueda cumplir con su misión de transportar a los astronautas hasta la órbita lunar de manera segura.
Una vez que el Super Heavy complete su ascenso y se separe de la nave Starship HLS, SpaceX planea que el propulsor regrese a la Tierra, donde será capturado y reutilizado para futuras misiones. Mientras tanto, la Starship HLS continuará su trayecto hacia la Luna para cumplir su misión de alunizaje.
Preparativos para Artemisa III y IV
Los astronautas de las misiones Artemisa se lanzarán desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, a bordo del cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial) de la Nasa, viajando en la nave espacial Orion. Una vez en la órbita lunar, Orion se acoplará con la Starship HLS o con la estación espacial Gateway, un puesto avanzado que orbitará la Luna. Desde allí, los astronautas se trasladarán a la Starship HLS para descender a la superficie lunar.
Tras completar las actividades en la Luna, la Starship HLS devolverá a los astronautas a la órbita lunar, donde transferirán nuevamente a la nave Orion para regresar a la Tierra.
Con las misiones Artemisa, la Nasa planea explorar más áreas de la Luna que nunca antes, estableciendo una presencia sostenida y aprendiendo a vivir y trabajar en un entorno extraterrestre. Estos avances serán fundamentales para futuras misiones tripuladas a Marte. El cohete SLS, la nave Orion, los sistemas de aterrizaje humano, los trajes espaciales de próxima generación, la estación Gateway y los futuros rovers representan los pilares de la Nasa para la exploración del espacio profundo.