La británica Space Forge está trabajando en el desarrollo de ForgeStar, un vehículo del tamaño de una maleta que ofrecerá un servicio de transporte espacial comercial de ida y vuelta a partir de 2022. Respaldado por la Agencia Espacial Europea (ESA), este nuevo sistema permitirá a las empresas fabricar en el espacio materiales más puros y capaces, como descubrir nuevos fármacos, y traerlos de vuelta para su uso en la Tierra después de una estancia en la órbita terrestre baja de hasta seis meses.
ForgeStar promete ser más flexible y receptivo que las oportunidades existentes, garantizar un entorno confidencial y ofrecer posibilidades de personalización y un cómodo regreso a la Tierra. “Space Forge ha recaudado fondos privados, ha identificado nichos de mercado y ha fortalecido su equipo central y su organización industrial para dar vida a estas novedosas tecnologías de reentrada y recuperación. La ESA se complace en apoyar a Space Forge en su esfuerzo por preparar este servicio para el mercado”, comentó Jorgen Bru, director de Servicios Comerciales y Oficial Técnico de la ESA para el contrato.
Inicialmente, ForgeStar (en su configuración ForgeStar Orbital Vehicle-1) podría albergar algunos kilogramos en cualquier misión de retorno, aunque la compañía tiene la intención de escalar posteriormente el vehículo y multiplicarlo por 10 en versiones futuras.
El servicio ForgeStar presenta una gran cantidad de oportunidades para que las empresas utilicen el entorno especial del espacio para fabricar nuevos materiales, aumentar la pureza o la capacidad de los materiales existentes o realizar experimentos. Esto mejorará la vida en la Tierra en áreas como la medicina y las aplicaciones industriales avanzadas.
La idea de este servicio se basa en el éxito y el valor observado de oportunidades similares pero limitadas en la Estación Espacial Internacional y experimentos en vuelos parabólicos.
“Estamos encantados de recibir este soporte para la plataforma ForgeStar. El retorno sostenible desde el espacio puede desbloquear oportunidades comerciales que de otro modo no serían posibles y aprovechar Low Earth Orbit como un recurso de manera similar a cómo las reducciones en los precios de lanzamiento han democratizado el acceso al espacio.
Space Forge está en una posición única para multiplicar el valor de la investigación de microgravedad junto con un retorno dedicado y estamos ansiosos por ver el impacto positivo que esto tendrá en el espacio comercial”, comentó Joshua Western, CEO y cofundador de Space Forge.
La ESA apoya este proyecto a través de un contrato de dos años por valor de dos millones de euros dentro del programa Boost!. Esto cubre las fases de diseño preliminar y detallado, así como el lanzamiento, la operación en órbita y el regreso del primer vehículo de demostración ForgeStar operativo.