Los primeros análisis de la muestra del asteroide Bennu que trajo la misión OSIRIS-REx de la Nasa revelaron la presencia de polvo rico en carbono, nitrógeno y compuestos orgánicos, todos ellos componentes esenciales para la vida tal como la conocemos. La muestra, en la que predominan los minerales arcillosos, en particular la serpentina, refleja el tipo de roca que se encuentra en las dorsales oceánicas de la Tierra.
El fosfato de magnesio y sodio encontrado en la muestra sugiere que el asteroide podría haberse desprendido de un mundo oceánico antiguo, pequeño y primitivo. El fosfato fue una sorpresa para el equipo porque el mineral no había sido detectado por la nave espacial OSIRIS-REx mientras estaba en Bennu.
Mientras que se encontró un fosfato similar en la muestra del asteroide Ryugu entregada por la misión Hayabusa2 de JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón) en 2020, el fosfato de magnesio y sodio detectado en la muestra de Bennu destaca por su pureza (es decir, la falta de otros materiales incluidos en el mineral) y el tamaño de sus granos, sin precedentes en cualquier muestra de meteorito.
Los científicos han esperado ansiosamente la oportunidad de profundizar en la prístina muestra del asteroide Bennu de 121,6 gramos recolectada por la misión OSIRIS-REx (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, and Security – Regolith Explorer) de la Nasa desde que fue entregada a la Tierra el otoño pasado. Esperaban que el material contuviera secretos del pasado del sistema solar y de la química prebiótica que podría haber conducido al origen de la vida en la Tierra. Un análisis inicial de la muestra de Bennu, publicado este miércoles en Meteoritics & Planetary Science , demuestra que este entusiasmo estaba justificado.
El equipo de análisis de muestras de OSIRIS-REx descubrió que Bennu contiene los ingredientes originales que formaron el sistema solar. El polvo del asteroide es rico en carbono y nitrógeno, así como en compuestos orgánicos, todos los cuales son componentes esenciales para la vida. La muestra también contiene fosfato de magnesio y sodio, lo que fue una sorpresa para el equipo de investigación.