En su reunión del Consejo Ministerial de la ESA, que tendrá lugar en Sevilla durante la Cumbre Espacial del 6 de noviembre de 2023, los ministros de los Estados miembros de la agencia darán pasos decisivos para hacer del espacio un instrumento aún más importante para gestionar el cambio climático. Al mismo tiempo, la ESA abrirá una nueva era de modernización de la ejecución de sus programas, en respuesta a la creciente comercialización y privatización de las actividades espaciales, en particular en los ámbitos del transporte espacial y la exploración espacial.
En una reunión conjunta del Consejo Ministerial y de los ministros de Espacio de la Unión Europea, el 7 de noviembre, se avanzará de manera coordinada en el apoyo espacial a la Transición Verde Europea, la sostenibilidad en el espacio, una mayor comercialización en el ecosistema espacial europeo y la garantía de un acceso autónomo, fiable y rentable al espacio para Europa. También en esta configuración, se destacará el papel de la ESA como agencia en el corazón de las ambiciones espaciales de Europa.
La Agencia Espacial Europea es la puerta de Europa al espacio. Es una organización intergubernamental creada en 1975 con la misión de coordinar el desarrollo de la capacidad espacial europea y de garantizar que la inversión en el sector espacial se traduzca en beneficios para los ciudadanos de Europa, y del mundo en general.
La ESA está compuesta por 22 Estados miembros: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Hungría, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía, Suecia y Suiza. Eslovaquia, Eslovenia, Letonia y Lituania son miembros asociados.
Además, ha establecido una cooperación formal con otros cuatro Estados miembros de la UE. Canadá participa en algunos de los programas de la ESA a través de un Acuerdo de Cooperación.
Al coordinar los recursos financieros e intelectuales de sus miembros, la ESA puede emprender programas y actividades que quedarían fuera del alcance individual de cualquier país europeo. Colabora en particular con la UE en la implementación de los programas Galileo y Copernicus, así como con Eumetsat en el desarrollo de misiones meteorológicas.