El grupo español Sateliot tiene previsto lanzar una constelación de hasta 100 nanosatélites de baja órbita a partir de junio de 2020. El objetivo es obtener una cobertura global continua de bajo coste y larga duración que impulse el Internet de las cosas (IoT) bajo el protocolo de 5G.
El primer satélite será lanzado en una nave Soyuz, aunque no dará servicio comercial alguno. El segundo de los lanzamientos se realizará después del verano, entre septiembre y octubre, en un Ariane, mientras que el resto de la constelación se desplegará entre 2021 y 2022.
La inversión que va a realizar la empresa en su conjunto es de 100 millones de euros, “un millón por cada satélite desarrollado”, asegura Jaume Sanpera, consejero delegado de Sateliot, aunque esta cifra podría variar dependiendo del número de satélites que necesite la constelación para llevar a cabo su objetivo.
Sateliot se ha constituido con un capital de un millón de euros aportados por los propios fundadores, que provienen del grupo Eurona. Además, está negociando una ronda de financiación con inversores internacionales con un importe superior a 10 millones de euros, que prevé cerrar en los primeros meses de 2020. Aunque la compañía espera cerrar 2019 y 2020 sin facturación, el objetivo es alcanzar los cientos de millones de euros en 2025.
Actualmente, la empresa está en fase de diseño y consolidación del servicio. No obstante, para el primer semestre de 2020, la compañía tiene previsto firmar Memorandos de Entendimiento (MoU) con distintos operadores, “con el objetivo de realizar pruebas piloto que demuestren que nuestro sistema funciona correctamente”.
“Por primera vez, el mismo protocolo que se conecta en tierra se va a conectar con el satélite gracias a las redes de baja órbita, y se va a lograr hacer casi en tiempo real”, explica el directivo.
El satélite será construido y gestionado por una compañía inglesa llamada Open Cosmos. Además, cuenta con el respaldo de la Agencia Espacial Europea (ESA), con la que posiblemente realicen un proyecto conjunto ya que “la ESA está muy interesada en el 5G porque es un ámbito de tecnologías móviles complementado con satélites donde todavía puede haber un liderazgo europeo”, explica Sanpera.