Rusia pospone definitivamente el aplazamiento de la misión Luna-25, la nave espacial diseñada para la investigación del polo sur lunar, para el año próximo, según confirmó el director general de Roscosmos, Yuri Borisov, tal como recogen los medios informativos rusos.
Previsto inicialmente el lanzamiento para el pasado día 22, ya a mediados del pasado mes de julio se dio como probable que se retrasase al año próximo, porque las pruebas del dispositivo de alunizaje suave no cumplían con los requisitos, según dijo la agencia TASS.
Luna-25 será la primera misión lunar rusa doméstica en el último medio siglo, según anunció la corporación estatal rusa Rostec, responsable de la misión. Continúa la serie de estaciones interplanetarias automáticas soviéticas Luna, que se lanzaron de 1958 a 1976. Las misiones lunares nacionales en muchos aspectos se convirtieron en pioneras en el desarrollo del satélite natural de la Tierra
Está previsto que el vuelo de Luna-25 dure unos cuatro o cinco días y aterrice no en la región ecuatorial de la Luna, sino en la región de su Polo Sur. El aterrizaje de la sonda de descenso Luna-25 tendrá lugar según el escenario de las antiguas misiones soviéticas. La sonda se moverá en una órbita polar baja alrededor de la Luna y luego realizará el frenado y el descenso vertical.
Un aterrizaje suave de la estación debe ser proporcionado por el medidor de velocidad y alcance Doppler (DISD-LR) desarrollado por la empresa Vega (parte del holding Roselectronics de la Corporación Estatal Rostec). El dispositivo DISD-LR se crea en las condiciones de sustitución de importaciones, señalan los desarrolladores.