Restos del lanzador soviético Vostok-2M Blok E cayeron a la Tierra el pasado lunes, 42 años después de su despegue. Los residuos cayeron en las cercanías de Novaya Zemlya, un archipiélago ruso ubicado en los mares de Barents y Kara. No se registraron daños personales ni materiales.
Según informó la revista Forbes, restos de una etapa de cohete de una tonelada y media que se puso en órbita hace más de 42 años finalmente cayó a la Tierra. El cohete soviético Vostok-2M Blok E se utilizó para lanzar un satélite de vigilancia en 1980 y luego fue abandonado orbitando el planeta indefinidamente, como era una práctica bastante común en esa época.
“Ha estado totalmente muerto desde mediados de 1980, por lo que no había forma de controlar el reingreso”, explicó en Twitter el astrónomo y líder observador de la órbita Jonathan McDowell. “Eventualmente, la órbita se encogió debido a la fricción con la atmósfera”.
McDowell dice que el cohete era lo suficientemente grande como para que algunas partes sobrevivieran e impactaran en la superficie, pero es probable que estén en algún lugar del desierto ruso o en el Océano Ártico.
Muchos cohetes modernos están equipados con sistemas de propulsión que les permiten ser dirigidos hacia reingresos controlados, a menudo apuntando a vastas regiones despobladas de la superficie, como el Pacífico Sur.
En cierto sentido, el reingreso del cohete soviético, incluso fuera de control, hace que la órbita sea un poco más segura al eliminar un objeto grande del entorno cercano a la Tierra. Si el cohete hubiera estado involucrado en una colisión en órbita, podría haberse roto en cientos o miles de piezas más pequeñas que aumentan el riesgo de futuras colisiones.