Miguel Ángel Castillo, director de Desarrollo Tecnológico de Aernnova, repasó en la mesa redonda organizada por Sisteplant los desafíos de la industria aeronáutica civil, poniendo énfasis en la resiliencia industrial, la digitalización avanzada y la sostenibilidad como pilares para garantizar calidad, eficiencia y competitividad.
Durante su intervención en la sesión “Experiencias de transformación en la industria”, Castillo subrayó que, pese a hablar de incertidumbre en el sector, las previsiones de crecimiento del tráfico de personas y mercancías en las próximas dos décadas sitúan la demanda en un incremento sostenido de entre el 5% y el 10 %. “Poca incertidumbre tenemos en términos de demanda, pero la verdadera preocupación es asegurar el beneficio, fundamental en todo negocio, y garantizar la seguridad en la cadena de suministro”, explicó.
El directivo detalló que el suministro de materias primas críticas, como titanio y aluminio, presenta vulnerabilidades derivadas de factores geopolíticos y costes energéticos. El 60% del titanio forjado utilizado en estructuras aeronáuticas europeas procede de Rusia y China, mientras que la producción de aluminio aeronáutico en Europa se ha reducido por los altos costes energéticos. Este contexto obliga a las compañías a gestionar con precisión el capital circulante y a adaptarse a un entorno industrial muy diversificado y global.
Castillo resaltó los retos que plantea la producción de aeronaves de largo ciclo de retorno de inversión. “El avión comercial más vendido, el A320, requiere 37 años de cadencia industrial con inversiones muy altas. La optimización energética y la exigencia de margen mínimo en calidad obligan a inspeccionar el 100% de las piezas y a afinar cada proceso industrial”, indicó. En este marco, la resiliencia se convierte en un objetivo estratégico: anticipar posibles interrupciones, definir escenarios futuros y garantizar operaciones con excelencia, incluso en condiciones adversas.
La digitalización es clave en este esfuerzo. Aernnova está implementando un sistema digital común para todas sus plantas en España, Portugal, Reino Unido, Brasil, México y Estados Unidos, integrando la transformación de materias primas, componentes metálicos y compuestos, montaje y desarrollo de producto. “El objetivo es dar visibilidad total a nuestros clientes y optimizar el capital circulante, reduciendo costes de inventario e integrando proveedores y sistemas de cliente”, explicó Castillo. Paralelamente, se están realizando pruebas de concepto con inteligencia artificial y sistemas de control en bucle cerrado para procesos productivos avanzados.
El directivo destacó también la dimensión humana de esta transformación. “Desde el gerente hasta el operario cualificado, todos perciben la ganancia en su puesto de trabajo. La tecnología no es una amenaza, sino un refuerzo que facilita formación y mejora la experiencia laboral”, aseguró.
En materia de sostenibilidad, Castillo recordó que hasta el 95% del impacto medioambiental de un avión se produce durante su operación. La reducción de peso estructural, la eficiencia aerodinámica y el consumo específico de los motores son factores que vinculan directamente competitividad y sostenibilidad. La regulación europea y los objetivos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) marcan la meta de un sector neutro en emisiones para 2050, con el combustible sostenible (SAF) como pieza central. Castillo advirtió, sin embargo, de los límites físicos y tecnológicos del hidrógeno y las baterías, que condicionan la adopción de la aviación eléctrica en aviones de gran capacidad.
Otro desafío crítico identificado es la atracción de talento. El año pasado, en Francia se cubrieron 35.000 plazas nuevas en el sector aeronáutico, pero el 20% quedó sin cubrir, especialmente en ingeniería, perfiles digitales y técnicos especializados, lo que genera pérdidas millonarias. Según Castillo, “no se trata solo de retener talento, sino de atraerlo, poniendo en valor lo que representa trabajar en un sector que asegura la movilidad segura de personas y mercancías”.
Finalmente, el directivo insistió en que el foco de la industria no debe centrarse únicamente en prever el futuro, sino en prepararse para adaptarse a cambios rápidos y constantes. La combinación de transformación industrial, digitalización avanzada y gestión de talento permitirá a las organizaciones más ágiles mantener competitividad y resiliencia en un entorno global complejo y exigente.