La empresa aeroespacial británica Pulsar Fusion ha comenzado la construcción del motor de cohete de fusión nuclear práctico más grande jamás construido, conocido como Sparks. Este cohete promete velocidades de escape que superan las 500.000 millas por hora, lo que lo convierte en uno de los vehículos más rápidos jamás creados por el hombre.
La cámara de fusión, que tiene una longitud de ocho metros, está siendo ensamblada en Bletchley, Inglaterra. Se espera que se encienda por primera vez en 2027, convirtiéndose temporalmente en el lugar más caliente del sistema solar. Los investigadores de Pulsar Fusion anticipan que esta cámara generará temperaturas más altas que las del sol, alcanzando varios cientos de millones de grados.
James Lambert, director financiero de Pulsar Fusion, explicó los desafíos que implica trabajar con plasma supercaliente. «La dificultad radica en aprender a contener y confinar el plasma dentro de un campo electromagnético. El plasma se comporta de manera impredecible y turbulentamente a medida que se calienta, lo que hace que la reacción se detenga. Esta imprevisibilidad se debe a la ciencia de la dinámica magneto-hidrodinámica (MHD) y la girocinética, donde el estado del plasma cambia constantemente».
Aunque los científicos han logrado alcanzar temperaturas de fusión en experimentos anteriores, aún no han podido controlar el plasma de manera estable debido a su comportamiento turbulento. Sin embargo, Pulsar Fusion confía en que los avances recientes en técnicas de aprendizaje automático puedan cambiar el juego a su favor. Han establecido una colaboración con Princeton Satellite Systems para utilizar datos del reactor PFRC-2, que posee el récord mundial y alimentar estos datos en simulaciones de supercomputadoras. Esto permitirá una mejor comprensión del comportamiento del plasma supercaliente bajo confinamiento electromagnético y ayudará a mejorar el diseño del prototipo del motor del cohete.
El CEO de Pulsar, Richard Dinan, asegura que «si la prueba del cohete Pulsar puede alcanzar temperaturas de fusión durante su demostración a los socios aeroespaciales en 2027, entonces la tecnología tiene el potencial de reducir a la mitad los tiempos de misión a Marte, reducir el tiempo de vuelo a Saturno de ocho años a dos y, en última instancia, empoderar a la humanidad para explorar más allá de nuestro sistema solar».