Con ocasión de la visita que este martes inicia el presidente estadounidense a tres países del Golfo Pérsico: Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, se ha suscitado la polémica en EEUU a propósito de la oferta que el Ministerio de Defensa de Qatar ha hecho al Pentágono norteamericano de un avión Boeing 747 para reemplazar temporalmente al Air Force One presidencial.
A mediados del pasado mes de febrero, el presidente norteamericano, Donald Trump, visitó en el aeropuerto internacional de Palm Beach un cuatrimotor Boeing 747-8 de 13 años de antigüedad propiedad de Qatar, en un contexto muy crítico con el fabricante aeronáutico norteamericano por el retraso en la entrega de los nuevos aviones presidenciales Air Force One y con el ánimo de conocer cómo se configurarían estos aviones actualizados, como informó entonces este diario.
Ahora, la oferta de Qatar aún no aceptada y valorada en unos 400 millones de dólares, se consideraría uno de los regalos más valiosos jamás recibido por el gobierno de EEUU, lo que ha potenciado la censura y las críticas al presidente norteamericano por parte de la oposición que considera poco ético y probablemente inconstitucional la aceptación de semejante regalo.
A lo que Trump ha respondido en las redes sociales: “Así que el hecho de que el Departamento de Defensa reciba un regalo de un avión 747 para reemplazar temporalmente al Air Force One, de 40 años, en una transacción muy pública y transparente, molesta tanto a los demócratas corruptos que insisten en que paguemos el precio máximo por el avión. ¡Cualquiera puede hacerlo! ¡Los demócratas son unos perdedores de primera! ¡Haz que hagamos grande!”.