La empresa aeroespacial británica de conectividad OneWeb ha resuelto desconectarse del cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, desde donde tenía programado para este sábado un lanzamiento de 36 satélites de su constelación.
En un lacónico apunte en su cuenta de Twitter, la empresa anuncia que su “Consejo de Administración acordó suspender todos los lanzamientos desde Bikonur“.
Responde así a la amenaza que el director de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dimitri Rogozin, dirigió hace tres días al Gobierno británico, a Arianespace y a la propia empresa OneWeb anunciando que cancelaria el lanzamiento de este sábado “si Londres no vendía su participación en la empresa y no había garantías de que el sistema se utilizará únicamente para objetivos civiles”.
“Estamos haciendo una petición a nuestros colegas franceses de Arianspace, así como a OneWeb para que nos proporcionen en el plazo de dos días garantías exhaustivas jurídicamente vinculantes de que OneWeb no utilizará sus satélites con fines militares”, dijo Rogozin. Y añadió que deberían recibir dichas garantías antes de las 21:30 de este viernes.
Un día antes de expirar el plazo dado por Rogozin, tanto el Gobierno de Londres como la propia OneWeb han respondido negativamente al director de Roscosmos. Ahora vendrán las reclamaciones judiciales a nivel internacional por incumplimientos de contratos de los lanzamientos ya comprometidos y que ahora quedan disueltos tras la invasión rusa a Ucrania y las sanciones europeas impuestas al país invasor.