La Agencia Espacial Europea (ESA) planea enviar un satélite para monitorear el «lado» de nuestro Sol, desde una posición gravitacionalmente estable conocida como el quinto punto de Lagrange.
A partir de aquí, el satélite Lagrange detectará eventos solares potencialmente peligrosos antes de que sean vistos desde la Tierra, lo que nos dará un conocimiento avanzado de su velocidad, dirección y posibilidad de impacto.
El campo magnético de la Tierra protege la vida en la Tierra de la radiación intensa y las cantidades titánicas de material energético que el Sol dispara en todas las direcciones. Sin embargo, los astronautas y los satélites en el espacio, los futuros exploradores que viajan a la Luna y Marte, y la infraestructura en la Tierra, como las redes eléctricas y los sistemas de comunicación, siguen siendo vulnerables a estos estallidos violentos.
Este es el objetivo que persigue la ESA con la misión Lagrange para proporcionar una advertencia solar, según informó la agencia espacial.