Los desechos espaciales podrían ser la ruina del mercado emergente de satélites de órbita terrestre baja, dice GlobalData. La empresa líder de datos y análisis señala que la regulación de desechos espaciales no se ha actualizado lo suficientemente rápido para este ataque, y la respuesta lenta podría causar una interrupción importante en la economía espacial.
Más de la mitad de los satélites activos de la Tierra se han lanzado en los últimos dos años, según GlobalData, mientras las empresas luchan por establecer sus propias constelaciones de órbita terrestre baja (LEO). Francesca Gregory, analista de GlobalData, comenta que “el rápido aumento de las constelaciones comerciales de LEO podría hacer que los multimillonarios y los estados nacionales vuelvan el espacio inseguro e inoperable. La corta vida útil de los satélites LEO podría crear un campo minado de fragmentos más pequeños e imposibles de rastrear que orbitan a velocidades devastadoras. Una cascada de colisiones entre estos fragmentos y satélites es un punto ciego importante en el derecho espacial internacional, y las consecuencias de esta supervisión podrían hacer que las aspiraciones de la economía espacial fracasen».
El casi accidente de la Estación Espacial Internacional (ISS) con una nube de desechos espaciales ilustra el creciente problema de los desechos espaciales y cuestiona la viabilidad a largo plazo de las constelaciones de satélites en órbita terrestre baja (LEO). Si bien se enmarca como una cuestión geopolítica, no debemos ocultar el hecho de que la gran cantidad de satélites es uno de los principales riesgos de colisión.
Gregory continúa diciendo que “la constelación Starlink de SpaceX totaliza más de 1.600 unidades, lo que representa el 43% del total de satélites LEO. A medida que la compañía y sus competidores forjan planes para aumentar sus constelaciones en miles, las tensiones geopolíticas están incitando una respuesta regulatoria inquietantemente débil. Aunque el perfeccionamiento de la tecnología de rastreo de desechos espaciales ofrece alguna esperanza, muchos fragmentos más pequeños siguen siendo imposibles de rastrear. Del mismo modo, las tecnologías de eliminación de desechos espaciales están en su infancia. El riesgo de colisión a corto plazo y los desechos espaciales más adelante tienen el potencial de convertir el sueño de Internet por satélite en una pesadilla».