El cohete TEXUS 60 fue lanzado con éxito el pasado domingo desde el Centro Espacial Esrange en Kiruna, Suecia, con dos experimentos DLR y un experimento JAXA/DLR a bordo. El cohete alcanzó un apogeo de 251 kilómetros y proporcionó 362 segundos de tiempo de microgravedad.
La misión anterior, el cohete TEXUS 59, despegó con éxito el 15 de febrero con dos experimentos de la ESA y un experimento DLR a bordo. Esto representa un doble éxito al generar una enorme cantidad de datos para ayudar a los científicos a llevar a cabo experimentos biológicos, de ciencia de materiales y físicos con el fin de permitir experimentos en gravedad cero en el espacio.
Airbus desarrolla los cohetes TEXUS, desde el concepto de la misión y la adquisición del motor hasta la recuperación de datos. Durante el lanzamiento del TEXUS, el cohete alcanza una altitud máxima de unos 260 kilómetros. El vuelo desde el despegue hasta el aterrizaje dura unos 15 minutos. Durante seis minutos se logra casi la ingravidez, que es sólo aproximadamente una diezmilésima parte de la gravedad normal de la Tierra.
Los ingenieros de Airbus de diferentes disciplinas desarrollan, integran y prueban el equipo experimental. En colaboración con clientes y equipos científicos, establecen conceptos experimentales. Se realizan pruebas de placa de pruebas para respaldar las decisiones de diseño. Dependiendo de los resultados, es posible que se requieran pruebas adicionales para determinar o verificar parámetros críticos del experimento antes del lanzamiento. Las revisiones de diseño con los clientes garantizan que se cumplan plenamente sus requisitos.
El programa desempeña un papel importante en la preparación de experimentos para la Estación Espacial Internacional (ISS). Se trata del programa de sondeo de cohetes más exitoso y de mayor duración del mundo: el primer cohete TEXUS se lanzó en 1977.