La nave Orion que protagonizará la misión Artemisa II ya está completamente ensamblada y ha superado las pruebas necesarias para su entrega oficial al equipo de Exploration Ground Systems (EGS) de la Nasa. Este hito marca un nuevo paso decisivo para el programa Artemisa, que tiene como objetivo restablecer la presencia humana en la Luna y sentar las bases de futuras misiones tripuladas a Marte.
La cápsula ha sido construida por Lockheed Martin, contratista principal del programa Orion, responsable de fabricar el módulo de tripulación, el adaptador de dicho módulo y el sistema de aborto en lanzamiento. Se trata de la nave espacial para vuelos tripulados más avanzada jamás desarrollada para misiones en el espacio profundo.
“Este logro es fruto del trabajo incansable de nuestros empleados y socios industriales. La finalización de Orion para Artemisa II nos sitúa un paso más cerca de consolidar una presencia lunar sostenida”, ha declarado Kirk Shireman, vicepresidente de Exploración Humana en Lockheed Martin.
A diferencia de las misiones anteriores EFT-1 y Artemisa I, que no llevaban tripulación a bordo, Artemisa II será el primer vuelo de Orion con astronautas. Para ello, la nave ha incorporado una serie de mejoras fundamentales derivadas de los aprendizajes previos.
Entre las novedades, se han integrado sistemas completos de soporte vital, que incluyen gestión térmica, aire y agua, tratamiento de residuos, así como interfaces de control y comunicación para la tripulación. También se han añadido sensores de acoplamiento y un sistema experimental de comunicaciones por láser, que permitirá transmitir datos a alta velocidad, allanando el camino hacia futuras exploraciones.
Rumbo al lanzamiento
Tras su entrega al equipo de EGS, la nave se trasladará desde el edificio Neil Armstrong de Operaciones y Pruebas a distintas instalaciones del Kennedy Space Center. Allí se cargarán los propelentes, el agua y el oxígeno, y se instalará el sistema de aborto en lanzamiento junto con las carenas protectoras.
Una vez lista, Orion será integrada en el lanzador SLS (Space Launch System) dentro del emblemático Vehicle Assembly Building, donde comenzarán los preparativos finales para su despegue.
Programada para principios de 2026, Artemisa II será una misión de 10 días con una tripulación formada por los astronautas de la Nasa Reid Wiseman, Victor Glover, Christina Koch y el canadiense Jeremy Hansen. Durante el vuelo, la nave alcanzará una distancia de hasta 7.400 kilómetros más allá de la Luna antes de regresar a la Tierra.
La tripulación validará el rendimiento de la nave en el espacio profundo, evaluará sus sistemas de navegación y comunicaciones, y llevará a cabo experimentos científicos. También realizarán una maniobra de encuentro y acoplamiento con la etapa superior del SLS, como preparación para misiones posteriores como Artemis III, que devolverá al ser humano a la superficie lunar por primera vez desde 1972.
Lockheed Martin continúa con la fabricación de las futuras naves del programa. Actualmente, las cápsulas para Artemisa III y Artemisa IV se encuentran en diferentes fases de ensamblaje en el Operations and Checkout Building, mientras que el módulo presurizado para Artemisa V se está soldando en las instalaciones de Michoud, en Nueva Orleans.
La compañía tiene contrato para desarrollar naves Orion hasta la misión Artemisa VIII, y ha logrado reducir los costes de producción progresivamente con cada unidad entregada.