La nave espacial Orion de la Nasa, para la misión Artemisa I, ha regresado a su hogar, el Centro Espacial Kennedy en Florida, tras pasar varios meses en Ohio realizando diferentes pruebas ambientales en la estación Plum Brook. Aquí, se someterá a las pruebas finales y los preparativos previos al lanzamiento de la primera de una serie de misiones a la Luna, que finalmente conducirán a la exploración de Marte.
La nave, que llegó en el avión Super Guppy de la Nasa, está lista para someterse a la siguiente fase del proyecto. No obstante, antes de integrarse con el cohete del sistema de lanzamiento espacial (SLS), Orion realizará una serie de pruebas, incluida la verificación de rendimiento de extremo a extremo de los subsistemas del vehículo, verificando si hay fugas en los sistemas de propulsión de la nave espacial, instalando sus alas de paneles solares, realizando cierres y presurizando un subconjunto de sus tanques en preparación para el vuelo.
Así, en primer lugar, se instalará el procesamiento de carga múltiple del centro Kennedy para alimentar y presurizar sus tanques restantes y, después de esto, la instalación del sistema de aborto de lanzamiento para la integración con el sistema de aborto de lanzamiento (LAS) de la nave espacial.Después de la instalación del LAS, los ingenieros transportarán a Orion al Edificio de Ensamblaje de Vehículos, donde apilarán la nave espacial sobre el SLS cuando el cohete llegue al centro Kennedy. Una vez integrado con el SLS, un equipo de técnicos e ingenieros realizará pruebas y comprobaciones adicionales para verificar que Orion y SLS funcionen juntos como se espera.
Bajo el programa Artemisa, la Nasa aterrizará la primera mujer y el próximo hombre en la Luna en 2024. A través de Gateway, un puesto avanzado en órbita lunar, la agencia desarrollará una presencia sostenible en el espacio profundo, utilizando lo que los miembros de la tripulación aprenden en la superficie lunar para aplicarlo a la misión a Marte. Por ello, el primer vuelo integrado de SLS y Orion es fundamental para proporcionar la base para la exploración del espacio profundo tripulado.
“Con Orion de regreso en Kennedy, estamos listos para finalizar el vehículo que será enviado al espacio profundo, abordando la próxima era de la exploración espacial tripulada”, asegura Scott Wilson, director de operaciones de la producción de Orion en la Nasa.