La Nasa ha implementado una serie de medidas para mejorar la eficiencia en la gestión de sus recursos, logrando una reducción significativa en costes operativos. Según el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), la agencia espacial ha eliminado cerca del 80% de sus tarjetas de compra no utilizadas y ha cancelado contratos prescindibles por un total de 420 millones de dólares.
Entre los acuerdos rescindidos se incluyen 45 millones destinados a consultorías de «servicios de apoyo a la gestión del cambio», repartidos en tres contratos de 15 millones cada uno. Estas acciones responden a una estrategia de optimización presupuestaria impulsada por el Gobierno de EEUU para asegurar el uso eficiente de los fondos públicos en programas espaciales y tecnológicos.
Con esta reestructuración, la Nasa reafirma su compromiso con la transparencia y la gestión eficiente de los recursos, garantizando que su inversión se enfoque en iniciativas prioritarias para la exploración espacial y el desarrollo científico.