La Nasa ha informado que el viernes logró restablecer de forma completa las comunicaciones con la Voyager 2, que se habían perdido tras haber enviado por error una serie de comandos a la nave espacial el 21 de julio que provocaron que la antena apuntara a dos grados de la Tierra.
No obstante, la instalación de la Red de Espacio Profundo de la agencia en Canberra, Australia, envió el equivalente a un «grito» interestelar a más de 19.900 millones de kilómetros (12.300 millones de millas) a la Voyager 2, instruyendo a la nave espacial para que se reoriente y vuelva su antena a la Tierra.
Con un tiempo de luz unidireccional de 18,5 horas para que el comando llegara a la Voyager, los controladores de la misión tardaron 37 horas en saber si el comando funcionaba. A las 12:29 am EDT del 4 de agosto, la nave espacial comenzó a enviar datos científicos y de telemetría, lo que indica que está operando normalmente y que permanece en su trayectoria esperada, explicó la Nasa.