La Nasa ha confirmado su misión de helicóptero Dragonfly a Titán, la luna rica en materia orgánica de Saturno. La decisión permite que la misión avance hasta completar el diseño final, seguido de la construcción y prueba de toda la nave espacial y los instrumentos científicos.
«Dragonfly es una misión científica espectacular con un amplio interés de la comunidad y estamos entusiasmados de dar los siguientes pasos en esta misión», dijo Nicky Fox, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la Nasa en Washington. «La exploración de Titán ampliará los límites de qué podemos hacer con los helicópteros fuera de la Tierra”.
A principios de 2023, la misión superó todos los criterios de éxito de su Revisión Preliminar de Diseño. En ese momento, sin embargo, se pidió a la misión que desarrollara un presupuesto y un cronograma actualizados para adaptarse al entorno de financiación actual. Este plan actualizado fue presentado y aprobado condicionalmente en noviembre de 2023, a la espera del resultado del proceso presupuestario del año fiscal 2025. Mientras tanto, se autorizó a la misión a continuar con el trabajo de diseño y fabricación finales de la misión para garantizar que la misión se mantuviera según lo previsto.
Con la publicación de la solicitud de presupuesto del presidente para el año fiscal 2025, se confirma que Dragonfly tiene un coste total de ciclo de vida de 3.350 millones de dólares y una fecha de lanzamiento de julio de 2028. Esto refleja un aumento de costes de aproximadamente dos veces el propuesto y un retraso de más de dos años desde que se seleccionó originalmente la misión en 2019. Después de esa selección, la Nasa tuvo que ordenar que el proyecto se replanificara varias veces debido a limitaciones de financiación en los años fiscales 2020 a 2022. El proyecto incurrió en costes adicionales debido a la pandemia de Covid-19, aumentos de suministros de la cadena y los resultados de una iteración de diseño en profundidad. Para compensar el retraso en la llegada a Titán, la Nasa también proporcionó financiación adicional para un vehículo de lanzamiento pesado para acortar la fase de crucero de la misión.
El helicóptero, cuyo objetivo es llegar a Titán en 2034, volará a docenas de lugares prometedores en la Luna, en busca de procesos químicos prebióticos comunes tanto en Titán como en la Tierra primitiva antes de que se desarrollase la vida. Dragonfly marca la primera vez que la Nasa volará un vehículo científico en otro cuerpo planetario. El helicóptero tiene ocho rotores y vuela como un gran dron.
Dragonfly está siendo diseñado y construido bajo la dirección del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins en Laurel, Maryland, que gestiona la misión para la Nasa.