Las máquinas de Intuitive Machines, que transportan ciencia y tecnología de la Nasa en la misión IM-2, aterrizaron en la Luna la tarde del jueves 6 de marzo. Athena, su nave espacial, es la segunda que alunizó esta semana, después de la Blue Ghost de Firefly Aerospace, que aterrizó en la Luna el pasado domingo.
Los técnicos de la misión IM-2 creen que la nave espacial probablemente aterrizó en una orientación incorrecta que podría impedirle completar plenamente su misión que representa un gran avance en la exploración lunar, lista para demostrar servicios de infraestructura para la búsqueda de agua en la superficie de la Luna.
IM-2 ha sido diseñada para demostrar la movilidad lunar, la prospección de recursos y el análisis de sustancias volátiles de materiales del subsuelo, un paso fundamental para descubrir fuentes de agua más allá de la Tierra, un componente clave para establecer una infraestructura sostenible tanto en la superficie lunar como en el espacio.
El aterrizaje lunar de clase Nova-C de la misión IM-2, Athena, se lanzó el pasado 26 de febrero a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde el Complejo de Lanzamiento 39A en el Centro Espacial Kennedy, Florida, y se puso en servicio con éxito en el espacio, lo que marca la primera vez que la humanidad ha tenido tres módulos de aterrizaje lunares en camino a la Luna al mismo tiempo.
Athena estableció una actitud estable, carga solar y contacto de comunicaciones por radio con el centro de operaciones de la misión de la Compañía en Houston después del despegue el 26 de febrero. El módulo de aterrizaje se encuentra en excelente estado y se está preparando para una serie de encendidos planificados del motor principal para refinar su trayectoria antes de la inserción en la órbita lunar, que está prevista para el 3 de marzo. Intuitive Machines espera una oportunidad de aterrizaje lunar el 6 de marzo.
“La incorporación de Athena a una oleada histórica de módulos de aterrizaje lunares en su camino hacia la Luna es un momento extraordinario”, afirmó Steve Altemus, director ejecutivo de Intuitive Machines. “Si bien la parte más vital de esta misión está por llegar, creemos que esto es una señal de que los servicios lunares están avanzando rápidamente junto con la intención civil y comercial de establecer un punto de apoyo en la Luna para llegar más lejos en el Sistema Solar”.
La misión IM-2, parte del programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la Nasa dentro de la campaña Artemisa, ha llevado a la Luna experimentos científicos y demostraciones tecnológicas que se esperaba puedan contribuir al desarrollo de una presencia sostenida en la superficie lunar.
Tras su llegada a la Luna, el Nova-C tenía previsto desplegar instrumentación clave para futuras misiones tripuladas y robóticas, incluyendo:
– Análisis de recursos lunares: sensores que medirán la presencia de compuestos en el regolito que podrían utilizarse para producir oxígeno o combustible en futuras misiones.
– Sistema de navegación por láser: un Laser Retroreflector Array en la cubierta superior del módulo servirá como referencia permanente para futuras naves espaciales en la Luna.
– Red de comunicaciones avanzada: demostración de un sistema celular que facilitará las comunicaciones de astronautas en la superficie lunar.
– Dron propulsado: un prototipo que podrá realizar pequeños saltos sobre el terreno lunar para explorar áreas de difícil acceso.
Estas entregas robóticas estaban destinadas a probar tecnologías esenciales y realizar experimentos previos a las misiones Artemisa, que llevarán astronautas a la Luna y, en el futuro, servirán como plataforma para misiones tripuladas a Marte. Con este hito, Intuitive Machines y la Nasa avanzan en la exploración lunar, estableciendo un puente tecnológico entre las misiones robóticas actuales y la próxima generación de exploradores espaciales.