La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) prevé que el tráfico mundial de pasajeros no logrará recuperar los niveles anteriores al Covid-19 hasta 2024, un año más tarde de lo previsto anteriormente.
En concreto, esta organización señala que sus datos muestran una recuperación débil del sector hasta julio, con el tráfico aéreo manteniéndose un 63% por debajo de los niveles de 2019. La estimación anterior preveía un descenso algo menor (55%). Además, se espera que el tráfico aéreo en 2021 se mantenga un 30% por debajo del registrado en 2019.
Asimismo, el número de pasajeros en junio cayó un 86,5% interanual, después de una contracción del 91% en mayo, según la organización, que añade que espera que la recuperación en viajes de corta distancia sea más rápida de los de larga distancia. Así, para 2020, se espera que el número global de pasajeros disminuya en un 55% en comparación con 2019, empeorando desde el pronóstico de abril del 46%.
La perspectiva de recuperación más pesimista se basa en una serie de tendencias recientes: la contención lenta del virus en Estados Unidos y las economías en desarrollo, la reducción de viajes corporativos, todo ello unido a la débil confianza del consumidor ante las preocupaciones sobre la seguridad laboral y los riesgos de contraer el coronavirus. Alrededor del 55% de los encuestados en junio de la IATA no planea viajar en 2020.
“El tráfico de pasajeros tocó fondo en abril, pero la fuerza del repunte ha sido muy débil. La mejora que hemos visto ha sido el vuelo doméstico. Los mercados internacionales permanecen en gran parte cerrados. La confianza del consumidor está deprimida y no ayuda con la decisión del fin de semana del Reino Unido de imponer una cuarentena general a todos los viajeros que regresan de España. Y en muchas partes del mundo las infecciones siguen aumentando. Todo esto apunta a un período de recuperación más largo y más dolor para la industria y la economía global”, dijo Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA.
Tráfico internacional “prácticamente inexistente”
El tráfico internacional de junio se redujo en un 96,8% en comparación con junio de 2019, solo mejoró ligeramente con respecto a una disminución del 98,3% registrada en mayo. La capacidad cayó un 93,2% y el factor de carga se contrajo 44,7 puntos porcentuales al 38,9%.
Por su parte, la demanda de tráfico interno cayó un 67,6% en junio, mejorando desde una disminución de 78,4% en mayo. La capacidad cayó 55,9% y el factor de carga cayó 22,8 puntos porcentuales al 62,9%.
“A pesar de las mejoras en el tráfico nacional, el tráfico internacional, que en tiempos normales representa cerca de dos tercios de los viajes aéreos mundiales, sigue siendo prácticamente inexistente. La mayoría de los países todavía están cerrados a las llegadas internacionales o han impuesto cuarentenas, que tienen el mismo efecto que un cierre total. El verano, la temporada más activa de nuestra industria, pasa rápidamente; con pocas posibilidades de un repunte en los viajes aéreos internacionales a menos que los gobiernos actúen rápida y decisivamente para encontrar alternativas al cierre de fronteras, reaperturas intermitentes que destruyen la confianza y una cuarentena que acaba con la demanda”, ha concluido de Juniac.