La aviación desempeña un papel crucial en el transporte de personas y mercancías. La seguridad y eficiencia de los vuelos dependen en gran medida de quienes inspeccionan, reparan y mantienen en óptimas condiciones las aeronaves: los técnicos de mantenimiento aeronáutico (TMA). Sin embargo, la creciente demanda de estos profesionales está generando un desafío para el sector.
El incremento del tráfico aéreo, el envejecimiento de la flota y la regulación en seguridad han elevado la necesidad de TMAs. La Agencia de Seguridad Aérea Española (AESA) estima que en los próximos 10 años se necesitarán 402.000 técnicos en todo el mundo, de los cuales 75.000 corresponderán a la aviación comercial y 10.000 a la privada en Europa.
Ejemplo de este crecimiento es la inversión de más de 1.000 millones de euros anunciada por Safran para desarrollar una red global de mantenimiento para su motor LEAP, utilizado en aviones como el Airbus A320Neo y el Boeing 737 MAX. Esta expansión contempla la creación de nuevos talleres y la contratación de 4.000 empleados adicionales para 2028.
Alta empleabilidad y salarios competitivos
El sector ofrece salarios atractivos y una alta inserción laboral. En España, un técnico recién egresado puede ganar alrededor de 1.500 euros brutos al mes, mientras que un profesional con experiencia puede superar los 3.000 euros. Los TMAs con Licencia de Mantenimiento Aeronáutico (LMA) experimentados pueden alcanzar los 70.000 euros anuales e incluso superarlos si facturan por horas.
Las aerolíneas y empresas de mantenimiento buscan constantemente personal cualificado. Muchos estudiantes de formación profesional en mecánica de aeronaves logran contratos antes de finalizar sus estudios, lo que refuerza la alta demanda en el sector, según informa Aviation Group.
La preparación de los TMAs es fundamental para garantizar la seguridad y eficiencia en el mantenimiento aeronáutico. Instituciones educativas y centros de formación profesional desempeñan un papel esencial en la capacitación de nuevos técnicos. Los programas de formación incluyen tanto teoría como práctica, regulados por organismos como la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) para cumplir con los estándares de seguridad y calidad.
A pesar de la existencia de programas formativos, el sector demanda profesionales mejor preparados. Como señala un ejecutivo de una empresa de mantenimiento aeronáutico: «La formación actual no es suficiente para satisfacer las necesidades del mundo real». Para solventar esta carencia, las escuelas están apostando por la Formación Dual, donde los alumnos combinan teoría en el aula con prácticas en empresas del sector.
Un ejemplo destacado es Aviation Group, en colaboración con Cesur, que ha abierto un centro de formación en el Parque Tecnológico de Málaga. Su modelo educativo permite a los estudiantes obtener simultáneamente un Grado Superior en Aeromecánica o Aviónica, homologado por el Ministerio de Educación, y la Licencia de Mantenimiento de Aeronaves (LMA) aprobada por EASA.
Francisco Castaño, director gerente de Aviation Group, destaca que «la Formación Dual permite a los estudiantes familiarizarse con las últimas tecnologías y procedimientos del sector, garantizando una preparación acorde a las necesidades reales de la industria». Además, esta metodología fomenta habilidades clave como el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la comunicación efectiva.
El crecimiento de la industria aeronáutica y la escasez de TMAs evidencian la necesidad de fortalecer la formación y la captación de talento. Iniciativas como la Formación Dual y la colaboración entre empresas y centros educativos son esenciales para garantizar un relevo generacional cualificado. La industria tiene ante sí un reto considerable, pero también una gran oportunidad para consolidar una aviación más segura y eficiente.