La Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU ha propuesto una multa de más de 3,9 millones de dólares a Boeing por instalar componentes no conformes en aproximadamente 133 aviones, que el constructor aeronáutico norteamericano presentó posteriormente como listos para la certificación de aeronavegabilidad.
La FAA alega que Boeing no supervisó adecuadamente a sus proveedores para asegurarse de que cumplieran con el sistema de garantía de calidad de la compañía. La agencia sostiene que este fallo resultó en la instalación de pistas de listones que fueron debilitadas por una condición conocida como fragilización por hidrógeno que ocurrió durante el recubrimiento de cadmio-titanio.
Las pistas de lamas se encuentran en el borde de ataque de las alas de un Boeing 737 y se utilizan para guiar el movimiento de los paneles conocidos como lamas. Estos paneles proporcionan elevación adicional durante el despegue y el aterrizaje. La FAA alega además que Boeing entregó a sabiendas aeronaves para la certificación final de aeronavegabilidad de la FAA después de determinar que las piezas no podían usarse debido a una prueba de resistencia fallida.
La agencia alega que Southwest United Industries (SUI), un proveedor de tercer nivel de Boeing, procesó las pistas de lamas afectadas el 29 de junio de 2018. Posteriormente, SUI envió las piezas a Spirit AeroSystems, Inc. (Spirit), que luego entregó las partes de Boeing.
La FAA también alega que SUI notificó a Kencoa Aerospace, LLC, el 6 de julio de 2018, que un lote de pistas de lamas había fallado una prueba de calidad que indicaba la presencia de fragilidad de hidrógeno. Kencoa pasó esa información a Spirit el 3 de agosto de 2018 o alrededor de esa fecha.
La FAA alega que Spirit informó a Boeing de la situación en o alrededor del 11 de septiembre de 2018, y posteriormente propuso que Boeing aceptara las piezas tal como fueron entregadas. El 9 de octubre de 2018, Boeing rechazó esa propuesta y le indicó a Spirit que presentara un Aviso de escape. Spirit presentó ese aviso el 14 de febrero de 2019, según los documentos.
La FAA alega, además, que desde el 16 de agosto de 2018 hasta el 9 de octubre de 2018, Boeing certificó aproximadamente 48 aviones potencialmente equipados con esas pistas de lamas como aptas para el vuelo. Entre el 10 de octubre de 2018 y el 2 de mayo de 2019, Boeing certificó a sabiendas 85 aeronaves potencialmente afectadas de ese problema como aeronavegables.
La FAA emitió una Directiva de Aeronavegabilidad (AD) el 10 de junio de 2019, ordenando inspecciones propuestas en un boletín de servicio de Boeing con fecha del 4 de junio de 2019 de la aeronave afectada. El AD especificó varias acciones basadas en la capacidad de identificar las pistas de lamas.
La FAA alega que la identificación de las partes defectuosas se vio obstaculizada porque SUI no aplicó un recubrimiento protector sobre la marca de identificación de la parte que se requiere que se muestre en las pistas de lamas. Como resultado, esas marcas de identificación de parte se oscurecieron o se volvieron invisibles, lo que dificulta la identificación de las partes afectadas.
La FAA alega que Boeing no pudo en este caso mantener su sistema de garantía de calidad para garantizar que los proveedores se adhirieran a las Regulaciones Federales de Aviación.
Boeing tiene 30 días para responder a la carta de la FAA que propone esta multa civil por un monto total de 3,916,871 dólares.