La extracción y utilización de recursos espaciales se llevará a cabo bajo los auspicios del Tratado del Espacio Exterior de 1967, según los “Acuerdos de Artemisa, principios para un futuro seguro, pacífico y próspero”, impulsados por la Nasa y las agencias espaciales que llevan a cabo el programa Artemisa que llegará a Luna con una tripulación en 2024.
Estos Acuerdos de Artemisa se desmarcan en cierto sentido del decreto dictado por el presidente norteamericano, Donald Trump, a principios del pasado mes de abril y, según el cual, “los estadounidenses tenían derecho a participar en la exploración comercial, la recuperación y el uso de recursos en el espacio ultraterrestre. El espacio exterior es un dominio legal y físicamente único de la actividad humana y EEUU no lo ve como un bien común global”.
“EEUU, señaló Trump, no es parte del Acuerdo de la Luna. Además, EEUU no considera que el Acuerdo de la Luna sea un instrumento efectivo o necesario para guiar a los Estados nacionales con respecto a la promoción de la participación comercial en la exploración a largo plazo, el descubrimiento científico y el uso de la Luna, Marte u otros cuerpos celestes. En consecuencia, el secretario de Estado se opondrá a cualquier intento por parte de cualquier otro Estado u organización internacional de tratar el Acuerdo de la Luna como un reflejo o expresión del derecho internacional consuetudinario”.
Sin embargo, la Nasa señala que, “liderando el programa Artemisa, las asociaciones internacionales jugarán un papel clave para lograr una presencia sostenible y sólida en la Luna mientras se preparan para llevar a cabo una misión humana histórica en Marte”, dice en el preámbulo de los Acuerdos de Artemisa.
Y añade que “con numerosos países y actores del sector privado que realizan misiones y operaciones en el espacio lunar, es fundamental establecer un conjunto común de principios para gobernar la exploración civil y el uso del espacio ultraterrestre. Las agencias espaciales internacionales que se unen a la Nasa en el programa Artemisa lo harán mediante la ejecución de acuerdos bilaterales de los Acuerdos de Artemisa, que describirán una visión compartida de principios, basada en el Tratado del Espacio Exterior de 1967, para crear un entorno seguro y transparente que facilite la exploración, la ciencia y actividades comerciales para toda la humanidad para disfrutar”.
Estos son los criterios fundamentales que informan los Acuerdos de Artemisa:
Estos acuerdos consagran unos propósitos pacíficos. La cooperación internacional en Artemisa está destinada no solo a impulsar la exploración espacial sino a mejorar las relaciones pacíficas entre las naciones. Por lo tanto, en el núcleo de los Acuerdos de Artemisa está el requisito de que todas las actividades se realicen con fines pacíficos, de acuerdo con los principios del Tratado del Espacio Exterior.
La transparencia es un principio clave para la exploración responsable del espacio civil y la Nasa siempre se ha encargado de describir públicamente sus políticas y planes. Los países socios de los Acuerdos de Artemisa deberán respetar este principio describiendo públicamente sus propias políticas y planes de manera transparente.
La interoperabilidad de los sistemas es crítica para garantizar una exploración espacial segura y robusta. Por lo tanto, los Acuerdos de Artemisa requieren que las naciones asociadas utilicen estándares internacionales abiertos, desarrollen nuevos estándares cuando sea necesario y se esfuercen por apoyar la interoperabilidad en la mayor medida posible.
Brindar asistencia de emergencia a los necesitados es la piedra angular de cualquier programa espacial civil responsable. Por lo tanto, los Acuerdos de Artemisa reafirman los compromisos de la Nasa y las naciones asociadas con el Acuerdo sobre el rescate de astronautas, el regreso de los astronautas y el regreso de los objetos lanzados al espacio exterior. Además, en virtud de los Acuerdos, la Nasa y las naciones asociadas se comprometen a tomar todas las medidas razonables posibles para prestar asistencia a los astronautas en peligro.
El registro de objetos espaciales es el núcleo de la creación de un entorno seguro y sostenible en el espacio para realizar actividades públicas y privadas. Sin un registro adecuado, la coordinación para evitar interferencias perjudiciales no puede tener lugar. Los Acuerdos de Artemisa refuerzan la naturaleza crítica del registro e insta a cualquier socio que aún no sea miembro de la Convención de Registro a unirse lo antes posible.
Publicación de datos científicos. La Nasa siempre ha estado comprometida con el intercambio oportuno, completo y abierto de datos científicos. Los socios de los Acuerdos de Artemisa seguirán el ejemplo de la Nasa, publicando sus datos científicos públicamente para garantizar que todo el mundo pueda beneficiarse del viaje de exploración y descubrimiento de Artemisa.
La protección de sitios y artefactos históricos será tan importante en el espacio como lo es aquí en la Tierra. Por lo tanto, según los acuerdos de los Acuerdos de Artemisa, la Nasa y las naciones asociadas se comprometerán a proteger los sitios y artefactos con valor histórico.
La capacidad de extraer y utilizar recursos en la Luna, Marte y los asteroides será fundamental para apoyar la exploración y desarrollo espacial seguro y sostenible. Los Acuerdos de Artemis refuerzan que la extracción y utilización de recursos espaciales puede y se llevará a cabo bajo los auspicios del Tratado del Espacio Exterior, con énfasis específico en los Artículos II, VI y XI.
Desconflicto de actividades. Evitar la interferencia perjudicial es un principio importante del Tratado del Espacio Ultraterrestre que se implementa mediante los Acuerdos de Artemisa. Específicamente, a través de los Acuerdos de Artemisa, la Nasa y las naciones asociadas proporcionarán información pública sobre la ubicación y la naturaleza general de las operaciones que informarán la escala y el alcance de las ‘Zonas de seguridad’. La notificación y la coordinación entre las naciones asociadas para respetar tales zonas de seguridad evitarán interferencias perjudiciales, implementando el Artículo IX del Tratado del Espacio Exterior y reforzando el principio de la debida consideración.
Desechos orbitales y eliminación de naves espaciales: Preservar un entorno seguro y sostenible en el espacio es fundamental para las actividades públicas y privadas. Por lo tanto, según los Acuerdos de Artemisa, la Nasa y las naciones asociadas acordarán actuar de manera coherente con los principios reflejados en las Directrices de mitigación de desechos espaciales del Comité de las Naciones Unidas sobre los usos pacíficos del espacio ultraterrestre. Además, la Nasa y las naciones asociadas acordarán planificar la mitigación de los desechos orbitales, incluida la pasivación y eliminación segura, oportuna y eficiente de las naves espaciales al final de sus misiones.