El telescopio espacial James Webb, que fue lanzado el pasado día 25 de diciembre, ha iniciado el proceso de despliegue del parasol con el que mantendrá la temperatura adecuada para poder operar. Se trata de uno de los aspectos más arriesgados de la misión que marca el comienzo de los principales despliegues estructurales del telescopio, que podría durar hasta el próximo domingo 2 de enero de 2022.
Este proceso determinará finalmente la capacidad de la misión para tener éxito. Si el parasol no está en su lugar para mantener el telescopio y los instrumentos de Webb extremadamente fríos, Webb no podría observar el universo de la forma en que fue diseñado.
De este modo, el equipo de la Nasa comenzó a trabajar el pasado 28 de diciembre en el despliegue de la paleta delantera. Aunque el movimiento real para bajar esta paleta desde su posición de almacenamiento hasta su posición desplegada llevó solo 20 minutos y la bajada de la paleta trasera duró solo 18 minutos, el proceso general tardó varias horas en completarse debido a las docenas de pasos adicionales requeridos.
Estos pasos incluyen monitorizar de cerca las temperaturas estructurales, maniobrar el observatorio con respecto al sol para proporcionar temperaturas óptimas, encender calentadores para calentar componentes clave, activar mecanismos de liberación, configurar la electrónica y el software y, en última instancia, bloquear los pallets en su lugar.
A continuación, el equipo de Webb extenderá el ensamblaje de la torre desplegable, seguida del lanzamiento de las cubiertas del parasol, la extensión de los brazos intermedios y, finalmente, el tensado de las cinco capas Kapton del parasol. Así, Webb comenzará a parecerse a la forma que tomará cuando esté completamente desplegado.