ITP Aero ha completado por primera vez ensayos de combustión de hidrógeno en una Unidad de Potencia Auxiliar (APU), en lo que representa un paso significativo en su estrategia de desarrollo de tecnologías limpias aplicadas a la aviación. Las pruebas se llevaron a cabo con éxito en el centro que la compañía tiene en Ajalvir (Madrid), tras el desarrollo específico de los sistemas de combustible y de control necesarios para operar de forma segura y estable con hidrógeno como fuente energética.
Las APUs, encargadas de suministrar energía a los sistemas eléctricos de la aeronave cuando los motores principales están apagados, juegan un papel fundamental tanto en tierra como durante fases específicas del vuelo, por lo que su adaptación a nuevas fuentes de energía representa un hito técnico de gran relevancia.
Estos ensayos forman parte del proyecto CHALUPA (Utilización de Hidrógeno en Base Líquida en Unidades de Potencia Auxiliar), que tiene como objetivo estudiar la viabilidad de utilizar hidrógeno líquido criogénico en diferentes configuraciones de APUs para su integración futura en aeronaves comerciales. La iniciativa se enmarca en el esfuerzo conjunto por avanzar hacia un transporte aéreo descarbonizado, alineado con los objetivos europeos de neutralidad climática.
Durante una visita a las instalaciones de ITP Aero, el director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), José Moisés Martín, pudo comprobar de primera mano el desarrollo de estos ensayos, así como otras líneas de investigación que la compañía está impulsando en el ámbito de la propulsión avanzada. Entre ellas destacan los proyectos APERTURAS y CRIPICOM, centrados en el desarrollo de tecnologías de propulsión eléctrica y sistemas basados en hidrógeno.
El proyecto APERTURAS (Avances en Propulsión EléctRica con TURbomáquinAS) tiene como finalidad desarrollar un abanico de sistemas de propulsión eléctrica de cero emisiones con potencias comprendidas entre los 70 y los 700 kilovatios. Estas tecnologías están orientadas a nuevas formas de movilidad aérea urbana e interurbana, como aerotaxis, servicios de emergencia o transporte logístico. En sus versiones de mayor potencia, también se contempla su aplicación en aeronaves regionales de alcance limitado, mediante combinaciones con pilas de combustible o arquitecturas híbridas.
Por su parte, el proyecto CRIPICOM (Criogenia, Pilas y Combustión de Hidrógeno en el Transporte Aéreo) persigue desarrollar un demostrador completo basado en pila de combustible que integre todos los sistemas clave: electrónica de potencia, motor eléctrico y el sistema propulsor correspondiente, ya sea hélice o compresor. Este enfoque permitirá evaluar soluciones tecnológicas viables para una aviación propulsada directamente por hidrógeno, combinando eficiencia energética con la reducción drástica de emisiones.
Erlantz Cristóbal, director de Tecnología de ITP Aero, ha señalado que la compañía está plenamente comprometida con la descarbonización del sector aeronáutico, y que las tecnologías disruptivas como la propulsión eléctrica y el uso de hidrógeno jugarán un papel central en la aviación del futuro. En este sentido, ha destacado la importancia de la colaboración público-privada, así como del trabajo conjunto con socios industriales, centros tecnológicos y universidades, como elementos clave para posicionar a ITP Aero en la vanguardia de las tecnologías de propulsión sostenible.
Con estos avances, ITP Aero consolida su papel como actor estratégico en el ecosistema europeo de tecnologías limpias aplicadas a la aviación. La validación técnica de sistemas basados en hidrógeno y propulsión eléctrica no solo refuerza la competitividad de la industria aeronáutica española, sino que también abre nuevas posibilidades para el desarrollo de plataformas aéreas de bajas emisiones, tanto en el corto como en el medio plazo.