“Airbus está mejor equipado que su competidor norteamericano, Boeing, para hacer frente a la crisis del coronavirus”, ha declarado el CEO del constructor aeronáutico europeo, Guillaume Faury, al diario francés Le Figaro.
Faury analiza las consecuencias de la pandemia del Covid-19 para la aeronáutica mundial y concluye que el gigante europeo tiene mejores activos que su rival estadounidense en la aviación comercial para salir de la crisis.
Cree que la prioridad es salvar a las aerolíneas y apunta que “a corto plazo, la prioridad de las compañías es gestionar la crisis, preservando su flujo de caja. Por lo tanto, reducirán su salida de efectivo a los fabricantes … Recibirán menos aviones de los esperados y pospondrán la incorporación a su flota de aviones nuevos este año.
“Las aerolíneas se han visto muy afectadas y están en modo de supervivencia. Justo detrás, los fabricantes de aviones están reduciendo la producción ante las entregas aplazadas y los pedidos cancelado”, asegura.
“Para superar esta crisis sin precedentes, Airbus y Boeing pueden contar con el apoyo de sus respectivos Estados, que desean proteger a estas compañías estratégicas. Pero los dos fabricantes de aviones no cuentan con los mismos activos”, señala Faury.
“Airbus entró en esta crisis con un balance sólido y una liquidez de 30.000 millones de euros, lo que le da oxígeno. No pidió ayuda estatal directa. Por el contrario, Boeing, estrangulado por su factura de 18.000 millones de dólares a finales de 2019 por el 737 Max, inmovilizado desde hace más de un año tras dos tragedias, solicitó 60.000 millones de dólares de ayuda pública para sí mismo y para sus proveedores, además de garantías bancarias”, dice el CEO de Airbus.
“El impacto de la epidemia es masivo para las aerolíneas. Se encuentran en diversas situaciones, pero muchos luchan hoy por su supervivencia. Para Airbus, esto significa una reducción muy marcada de entregas, actividad general y facturación. Si esta situación persiste en 2020 y 2021, las consecuencias serían muy graves. Esto es lo que todos debemos tratar de evitar”.
“Los fabricantes de aviones estamos en segunda línea, pero está claro que estamos muy expuestos: si no hay más aerolíneas, ya no habrá Airbus. Una gran parte de la ecuación radica en las decisiones que tomarán las empresas con respecto a los pagos diferidos y las entregas. Necesitamos mantener la actividad industrial para poder comenzar de nuevo cuando la crisis haya quedado atrás”, añade.
Faury señala que «Airbus informó rápidamente a sus socios sobre los ajustes de producción para que se adapten lo más rápido posible. Hemos establecido una torre de control para monitorear el estado de salud de nuestros subcontratistas en tiempo real. Airbus también actúa, junto con GIFAS, haciendo uso de la solidaridad de la industria … Ayudaremos a nuestros proveedores. Pero también será necesario liberar fondos y ayuda bancaria y pública para apoyarlos».
Para Faury, el papel de Europa es crucial para responder a la crisis. «Un Estado no puede hacer nada. Tienes que jugar colectivamente. Esto es crucial para una industria global como la aeronáutica. Necesitamos una Europa unida, concertada y estructurada», concluye el CEO de Airbus.