Hasta ahora, sólo cinco Estados miembros de la UE (Bélgica, Dinamarca, Italia, Malta y España) están utilizando los datos que proporciona el satélite Copernicus, de mayor frecuencia y detalle que el Landsat que se utiliza habitualmente en los controles actuales para los controles del PAC, según la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos.
El Tribunal de Cuentas de la UE va a realizar una auditoría para evaluar cómo están llevando a cabo los Estados miembros sus controles sobre la PAC mediante el uso de las nuevas tecnologías de formación de imágenes.
Los organismos pagadores de los Estados miembros de la UE realizan, en relación a la PAC, controles administrativos exhaustivos (que afectan al 100% de las solicitudes de ayuda) y también controles sobre el terreno a través de un muestreo. Según los datos de la Comisión, en la UE se realizan anualmente 900.000 de estos controles sobre el terreno, pero sólo se llega al 5% de los solicitantes, antes de cualquier pago.
Estos controles sobre el terreno se aplican a las ayudas de pagó básico y al resto de ayudas directas o de desarrollo rural vinculadas a superficie y, en un 80%, se hacen mediante el sistema de teledetección con el programa de observación satelital de EEUU Landsat.
Desde marzo de 2017, los estados miembros tienen a su disposición para mejorar sus controles la red europea de satélites Sentinel del programa Copernicus, que proporciona un mayor detalle gráfico (10 metros en comparación con los 30 metros de Landsat) y con mayor frecuencia (cinco días frente a 16 de Landsat).
Los Sentinel podrían permitir monitorear, según el Tribunal de Cuentas, la PAC de una manera diferente, más completa, económica y efectiva. Algunas de las cuestiones que se pueden verificar son si existe o no actividad en la parcela (presencia de vegetación, cosecha, arado, corte, etc.), o la clasificación de cultivos, algo muy importante para el control del cumplimiento del greening y las superficies de interés ecológico.
Aunque no se pueden hacer mediciones, los datos de Copernicus Sentinel sí proporcionan una buena indicación de las áreas que pueden no ser elegibles para recibir determinadas ayudas.
De momento, cinco países están ensayando el nuevo sistema, pero con distintos alcances y objetivos. Así, España lo está probando en Castilla y León para el pago básico y el greening, así como para el régimen de pequeño agricultor, el pago a jóvenes y los pagos asociados a cultivos proteicos y oleaginosas, frutos secos, legumbres y remolacha. También en otras nueve regiones (Andalucía, Aragón, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, Navarra y la Comunidad Valencia), se está probando con el pago básico, y en algunas de ellas para los pequeños agricultores y ciertas ayudas asociadas. De momento el greening se está controlando en menor medida en estas pruebas.
En Bélgica, Dinamarca, Malta e Italia también se está testando puntualmente para algunos de los regímenes de ayuda.
El informe que plantea el Tribunal de Cuentas visitará estos países (a excepción de Malta) para comprobar los resultados de los ensayos, pero también analizará la proyección de uso en los controles de la PAC de otros medios sensores, como drones o fotos geoetiquetadas (llamado así el proceso de agregar e incrustar información geográfica en un archivo) y otros que podrían derivarse de proyectos de innovación e investigación que están en marcha.