El primer vuelo de Ariane 6 de la ESA, próximo a su lanzamiento, llevará a bordo muchas misiones espaciales, entre ellas, la denominada SIDLOC (Identificación y localización de naves espaciales), un experimento de la organización griega sin ánimo de lucro Libre Space Foundation (LSF). Su objetivo es ayudar a que el espacio sea más seguro acelerando el proceso de identificación de misiones espaciales, desde satélites hasta sondas espaciales y estaciones espaciales.
Adjunto a la etapa superior del Ariane 6, la misión del experimento SIDLOC de 63 x 63 x 40 milímetros es construir un «protocolo de estándar abierto» para identificar y localizar naves espaciales de manera fácil, automática y precisa. Lo hará a través de una baliza transmitida por radio, rastreada y decodificada por una red de estaciones terrestres, software y hardware de código abierto.
SIDLOC transmitirá una señal de amplio espectro distribuida deliberadamente en un gran ancho de banda de radio. La información transportada en la señal viene en un «esquema» estándar: una estructura y formato que consta de datos binarios que se modulan para agregar a la señal toda la información necesaria sobre la nave espacial. El formato de datos estructurados permite así una rápida identificación y localización de la nave espacial.
En la Tierra, la red SatNOGS (una red global de estaciones terrestres de código abierto) recibirá la señal y modulará los datos, incluida la identificación de la nave espacial, y utilizando el efecto Doppler identificará la ubicación de la nave espacial.
En 2021, la LSF inició un extenso estudio de la industria espacial internacional para identificar desafíos y vulnerabilidades en el lanzamiento de nuevas misiones. Se identificaron varios desafíos relacionados con la rápida identificación de naves espaciales, la capacidad y confiabilidad del sistema, la funcionalidad temprana previa a la órbita y la activación inmediata posterior al despliegue, así como soluciones de eliminación al final de la misión. El proyecto SIDLOC nació para abordar estos temas de manera eficiente.
La rápida identificación de misiones en el espacio ayuda a mejorar la seguridad en órbita al reducir la cantidad de tiempo que el espacio está lleno de objetos «anónimos», algo importante para evitar colisiones y gestionar el tráfico espacial. También aumenta las posibilidades de éxito de las misiones después del lanzamiento y el despliegue, ya que se pueden encontrar, comunicar, rastrear y controlar rápidamente.
La misión de LSF es promover, avanzar y desarrollar tecnologías y conocimientos gratuitos y de código abierto para el espacio, mediante el diseño y desarrollo de proyectos espaciales, desde equipos de estaciones terrestres hasta redes de monitorización global y misiones satelitales, y poniendo a disposición del público todas las tecnologías involucradas. El proyecto SIDLOC no es una excepción, con grandes cantidades de información disponible en repositorios de código abierto.
“Este es uno de los principios básicos que alimenta nuestra visión: hacer que el espacio esté disponible para toda la humanidad”, explica Pierros Papadeas, director ejecutivo de LSF; “por lo tanto, todos los proyectos de LSF son de código abierto y siguen estrictamente metodologías de desarrollo abierto. Creemos que esto aumentará el impacto positivo de SIDLOC, por lo que el hardware que integramos en la etapa superior del Ariane 6 es tanto software de código abierto como hardware con licencia abierta”.
El impacto de SIDLOC, una vez que se ponga en uso, debería ser instantáneo, mejorando la seguridad en el espacio tan pronto como se implemente. Cada vez más infraestructura de la humanidad (científica, de observación de la Tierra y de comunicaciones) está basada en el espacio. Con la creciente actividad espacial tanto en el ámbito público como en el privado, ese espacio se está saturando.
«Al permitir la localización e identificación rápida y automática de naves espaciales, nuestra infraestructura puede volverse más resistente y eficiente, y así es como el impacto de SIDLOC puede tener un impacto positivo para todos», concluye Manthos Papamatthaiou, presidente de LSF y líder de la iniciativa SIDLOC. «El experimento SIDLOC en Ariane 6 marca el debut de una tecnología preparada para revolucionar la conciencia de la situación espacial en los próximos años, potencialmente entrelazándose en el tejido mismo del ecosistema espacial», añadió.