El secretario de Estado de Transporte del Reino Unido, Grant Shapps, ha pedido a la industria de la aviación que “tome la iniciativa” en el lanzamiento de una “revolución del transporte verde”.
“Tenemos que hacer frente a las emisiones de gases de efecto invernadero de la aviación comercial por el bien de nuestros niños y nuestro frágil entorno”, ha asegurado Shapps, durante su intervención en la Universidad de de Cranfield.
Además, con las previsiones de crecimiento para las próximas décadas, impulsado en gran medida por los mercados emergentes, especialmente en Asia, Medio Oriente e India, Shapps explica que es necesario una “revolución eléctrica en nuestros cielos”.
Por ello, el Gobierno británico está comprometido a ayudar a la industria de la aviación del Reino Unido a aprovechar las oportunidades de crecimiento futuro después del Brexit. “Así como el Reino Unido lideró al mundo como pionero del vuelo comercial internacional en el siglo XX, quiero que el Reino Unido se convierta en una fuente para el diseño, fabricación y uso de aviones eléctricos en el siglo XXI y aprovechar una parte de un mercado que podría valer cuatro billones de libras a nivel mundial para 2050”.
Shapps también ha asegurado que “la lucha contra el cambio climático es el desafío más grande y más urgente que enfrenta el mundo moderno. El primer avión de reacción del mundo fue construido en mi propio distrito, ahora quiero ver al Reino Unido liderar el mundo también con los vuelos eléctricos”.
La Universidad de Cranfield, especializada en tecnología y gestión, es conocida por el desarrollo de muchos aspectos de la investigación y el diseño de aeronaves. Un ex alumno de la Universidad de Cranfield, Ralph Hooper, participó en el desarrollo del Harrier Jump Jet y Cranfield Aerospace Solutions está trabajando en lo que podría ser el primer vuelo solo eléctrico de pasajeros, que estará operativo en las Islas Orcadas en Escocia desde 2023.
El secretario de Estado también visitó el avión eléctrico híbrido «E-Fan X», que es una colaboración entre Airbus y Rolls-Royce con sede en el aeropuerto de investigación global de la Universidad.