En el centro técnico de la Agencia Espacial Europea (ESA) en los Países Bajos, los ingenieros han culminado una fase clave de la misión Smile, un proyecto de cooperación entre la ESA y la Academia China de Ciencias (CAS). Tras meses de trabajo, los dos principales módulos del satélite han sido ensamblados con éxito, dando paso a la etapa de pruebas previas a su lanzamiento, previsto para finales de 2025.
Smile (Solar wind Magnetosphere Ionosphere Link Explorer) revolucionará el estudio de la interacción entre el viento solar y el campo magnético terrestre. Su objetivo es proporcionar una visión sin precedentes sobre la meteorología espacial, un fenómeno crítico que puede afectar desde las telecomunicaciones hasta la navegación por satélite.
El satélite lleva cuatro instrumentos científicos, tres de ellos ubicados en el módulo de carga útil, construido por Airbus en España bajo encargo de la ESA. Esta sección llegó a ESTEC en septiembre de 2024, iniciando una intensa fase de integración y pruebas junto con el módulo de servicio, fabricado en China y recibido en diciembre del mismo año.
Desafíos y soluciones en la integración
El proceso de ensamblaje no ha estado exento de retos. Uno de los momentos más críticos ocurrió el 21 de noviembre de 2024, cuando el despliegue del brazo magnetométrico de tres metros falló debido a un cableado demasiado tenso. Tras una rápida intervención de los ingenieros de Airbus y la ESA, el problema se resolvió en menos de 24 horas.
Otro hito clave se alcanzó el 21 de enero de 2025, cuando el módulo de carga útil fue finalmente acoplado al módulo de servicio mediante 120 pernos. Esta operación requirió una precisión milimétrica, con equipos de la ESA, CAS y Airbus trabajando en conjunto en la sala limpia de ESTEC.
Con el ensamblaje completado, Smile afronta ahora una serie de pruebas exhaustivas para garantizar su operatividad en el entorno espacial. Entre las evaluaciones pendientes están la compatibilidad electromagnética, la resistencia a las vibraciones del lanzamiento y la simulación de las condiciones extremas del espacio.
Los ingenieros de Airbus seguirán colaborando con la ESA y CAS en esta fase crítica hasta la entrega final del satélite en septiembre de 2025. Desde allí, Smile será transportado al Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa, donde se preparará para su lanzamiento a bordo de un cohete Vega-C.
Con esta misión, Europa y China refuerzan su cooperación en la exploración espacial, abriendo la puerta a futuros proyectos conjuntos de gran envergadura.