Sentinel-1D, el cuarto satélite de la misión Sentinel-1 de Copernicus, ha llegado al aeropuerto Félix Eboué, el principal de la Guayana Francesa para su próximo lanzamiento a finales de este año. Desde allí, la nave, protegida de forma segura en su carcasa, será transportada a las instalaciones de preparación de lanzamiento en el Puerto Espacial Europeo de Kourou. El satélite alcanzará su órbita a bordo de un Ariane 6.
Mientras tanto, la misión Sentinel-1 seguirá proporcionando imágenes de radar de la superficie terrestre, con rendimiento en cualquier condición meteorológica, día y noche. Realiza una contribución clave al programa Copernicus de Europa al respaldar una amplia gama de aplicaciones que ayudan a gestionar nuestro medio ambiente, comprender y abordar los efectos del cambio climático y proteger la vida cotidiana.
La misión Sentinel-1 ha aportado datos a estudios científicos sobre una amplia gama de temas, incluidos estos ejemplos recientes:
– Un análisis de las inundaciones bajo la capa de hielo de Groenlandia
– Incendios destructivos en los bosques en peligro de extinción de América del Sur
– Movimiento del suelo tras un potente terremoto
– Medición de una de las mayores liberaciones de metano relacionadas con la actividad humana
Sentinel-1D continuará con este trabajo y ahora se someterá a una serie de actividades de preparación para el lanzamiento para garantizar que esté listo para el despegue.
Ramón Torres, director de la Misión del Satélite Sentinel-1 de la ESA, comentó que «en esta ocasión, lanzamos el cuarto satélite Sentinel-1, y el último de la primera generación, a bordo de un Ariane 6, lo que marcará un hito importante para toda nuestra comunidad espacial. Ver esta misión, la primera del programa Copernicus y piedra angular del componente de observación de la Tierra del programa espacial europeo, puesta en órbita a bordo del cohete de carga pesada más reciente de Europa, es un acontecimiento trascendental. Quisiera agradecer y felicitar a todos los miembros del equipo Sentinel-1 y a nuestros socios, que han trabajado con tanta dedicación para que este hito fuera un gran éxito».
Simonetta Cheli, directora de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, añadió que «es un verdadero mérito de la sólida colaboración entre la ESA y la Comisión Europea que estemos preparando el lanzamiento de otro satélite para el programa Copernicus. Sentinel-1 ha proporcionado datos de radar vitales que se han utilizado en respuestas de emergencia, estudios científicos y observaciones climáticas: una gama de casos de uso que pone de manifiesto el inestimable valor de Copernicus para nuestra sociedad».
La misión Copernicus Sentinel-1 se basa en una constelación de dos satélites idénticos que vuelan en la misma órbita, pero separados 180°, para optimizar la cobertura global y la entrega de datos para Copernicus.
Sentinel-1A fue el primer satélite de la serie, lanzado en abril de 2014, seguido del lanzamiento de Sentinel-1B en 2016. La misión Sentinel-1B finalizó en agosto de 2022 tras sufrir una falla técnica que le impidió adquirir datos. El satélite ha sido desorbitado con éxito y volverá a entrar en la atmósfera terrestre dentro de 25 años. Sentinel-1C se lanzó en diciembre de 2024 para asumir la función de Sentinel-1B.











