El máximo responsable de la Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU, Steve Dickson, testificará el próximo día 17 en el Senado norteamericano sobre la certificación del Boeing 737 MAX en relación con los dos accidentes registrados en cinco meses y que provocaron la muerte de 346 personas, según informa Reuters.
La Comisión de Comercio del Senado dijo que Dickson «testificará sobre los problemas asociados con el diseño, desarrollo, certificación y operación» del B737 MAX.
La práctica desde hace tiempo de la FAA de delegar tareas de certificación a los empleados de Boeing para el 737 MAX ha sido criticada. Reuters informó que no se espera que la FAA otorgue la aprobación para permitir que el 737 MAX reanude los vuelos hasta agosto como muy pronto. No obstante, Boeing reanudó la producción del 737 MAX la semana pasada a un ritmo muy bajo.
La Comisión de Transporte de la Cámara de Representantes calificó en marzo la revisión de certificación de la FAA del 737 MAX como «extremadamente insuficiente» y dijo que la agencia había fallado en su deber de identificar problemas clave de seguridad.
Se espera que el inspector general del Departamento de Transporte de EEUU publique pronto un informe de investigación sobre la certificación del avión, pero no hace recomendaciones.
El presidente de la Comisión de Comercio del Senado, Roger Wicker, presentó este martes una ley para exigir a la FAA que revise los supuestos sobre el tiempo de reacción del piloto y reformar sus procesos de certificación para «eliminar los casos de presión indebida o ‘comodidad regulatoria’ que podrían conducir a lapsos en los protocolos de seguridad».
En enero, Boeing lanzó cientos de mensajes internos que contenían comentarios muy críticos sobre el desarrollo de 737 MAX. Uno dijo que el avión fue «diseñado por payasos que a su vez son supervisados por monos». Los mensajes mostraron intentos de eludir la investigación regulatoria con empleados que menospreciaban el avión, la compañía y la FAA.
El Departamento de Justicia de EEUU está llevando a cabo una investigación penal sobre el 737 MAX. La FAA dijo el mes pasado que requeriría que Boeing y otros fabricantes de aviones adopten nuevas herramientas de gestión de seguridad.