La flota mundial de aviones comerciales crecerá un 33% en 2033, hasta superar las 36.000 aeronaves, lo que supone una tasa de crecimiento anual del 2,9% hasta los próximos 10 años. Sin embargo, se estima una escasez de pilotos de aerolíneas comerciales y de mecánicos de aeronaves.
En 2022, las aerolíneas de todo el mundo retiraron aeronaves y añadieron otras nuevas para satisfacer la creciente demanda. A principios de 2023, la flota alcanzó el 98% de su tamaño anterior a la pandemia, tomando en cuenta el dato de enero de 2020, de acuerdo al informe anual Global Fleet & MRO Market Forecast 2023-2033 de Oliver Wyman.
“Es evidente que la industria de la aviación está experimentando un rápido crecimiento. Sin embargo, este crecimiento no estará exento de desafíos, especialmente en Europa. Se prevé que el sector se enfrente a limitaciones derivadas de una cadena de suministro desbordada, la escasez de mano de obra y las nuevas normas sobre reducción de emisiones, que obligarán al sector a desarrollar soluciones innovadoras o a reducir su tamaño”, explican los expertos de Servicios y Transportes de Oliver Wyman en España y Portugal
Así, se espera que la industria siga siendo resistente, “y creemos que, a pesar de las dificultades, esta tendencia de crecimiento continuará en Europa y en todo el mundo, a excepción de Rusia, derivado esto de las sanciones internacionales interpuestas tras la invasión de Ucrania”, aseguran desde la consultora.
Actualmente, la flota mundial cuenta con casi 27.400 aeronaves, una cifra que ya roza la de enero de 2020, el último mes antes de que la pandemia paralizara el transporte aéreo de pasajeros prácticamente en su totalidad. De hecho, se espera un número récord de entregas de aviones a las aerolíneas en los próximos 10 años, a pesar de las actuales limitaciones de la cadena de suministro. Oliver Wyman prevé la entrega de 20.600 nuevos aviones en la siguiente década, la mayoría de ellos de fuselaje estrecho, donde la demanda es mayor.
Además, se prevé que el mercado posventa mundial, que proporciona servicios de mantenimiento, reparación y revisión (MRO) de aeronaves, crezca otro 22% este año, superando los 94.000 millones de dólares. Para 2033, alcanzará los 125.000 millones de dólares, con una tasa de crecimiento anual compuesta, también, del 2,9%. El pasado año 2022, la demanda de MRO ya había aumentado un 18%.
El MRO de motores representa la mayor parte de este mercado y el informe revela que se espera que alcance los 63.000 millones de dólares en 2033, lo que representa una tasa de crecimiento anual compuesta del 4%. Se espera que la recuperación del mercado global de MRO se produzca un año antes de lo previsto debido al rápido retorno de la demanda y del uso del transporte aéreo, no sólo para transporte de pasajeros, sino también de mercancías (el único tipo de transporte aéreo que aumentó en 2020).
La aviación se enfrentó a varios desafíos el año pasado, incluida la escasez de mano de obra en todos los sectores y regiones de la aviación. En Norteamérica, se estima que el sector experimenta ya una escasez de pilotos de aerolíneas comerciales y de mecánicos de aeronaves del 18% y del 14%, respectivamente. En Europa, la escasez de personal de tierra ha sido tan grave en 2022 que algunos aeropuertos, como Heathrow en Londres y Schiphol en Ámsterdam, tuvieron que imponer límites de capacidad. En la India, el mercado de la aviación que experimenta el crecimiento más rápido, la necesidad desesperada es de más controladores aéreos.
El cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son cuestiones cada vez más importantes en la industria de la aviación. Varios países europeos, entre ellos Francia, están trabajando en una legislación que prohíba el transporte aéreo entre distancias que pueden recorrerse en tren en 2,5 horas o menos. Esta nueva prohibición puede ser una señal de que se avecinan más restricciones, sobre todo en Europa Occidental.
La insuficiente capacidad de producción de combustible de aviación sostenible (SAF), que emite entre un 50% y un 80% menos de emisiones que el combustible de aviación convencional, es otro de los retos a los que se enfrenta el sector.