Ricardo Rojas, presidente de aviones comerciales de Airbus en España, ha asegurado que el sector se recuperará totalmente entre 2023 y 2025, a pesar de contingencias como la que supone la guerra en Ucrania.
El directivo, que ha hecho estas declaraciones durante los #DiálogosAED, señala que comienzan a verse señales en el mundo económico que hacen pensar en un horizonte despejado, como que “el mercado de China empieza a abrirse, de modo que, aunque no veíamos cuándo llegaría la recuperación global, ahora empieza a suceder”. En este sentido, ha subrayado que es importante en el caso de España, “porque predominan negocios de aviones de doble pasillo”, necesarios para los vuelos intercontinentales, y es muy importante de cara al negocio total de Airbus y las demás empresas de su ramo.
El presidente, además, ha recordado que uno de los grandes desafíos para la industria aeronáutica es que “el mundo necesitará 40.000 aviones en los próximos 20 años y tenemos que responder a ese reto”. Por ello, en su intervención, Ricardo Rojas ha señalado que se trabaja para cerrar cifras de entrega de aviones capeando problemas como los derivados de los retrasos en los suministros. El objetivo concreto es poder llegar a 75 aviones de pasillo único al mes en torno a la mitad de la década, mientras que ahora la cifra está en 45-50. “Es un reto industrial en el que estamos actualmente”, ha dicho, para indicar, sobre la cifra de los 40.000 aviones previstos para dos décadas, que “este es un sector en expansión, y hay necesidad de seguir volando”, con lo que “tenemos que hacer frente a esa demanda que existe actualmente”.
El directivo de Airbus se ha referido a la importancia de que las empresas cuenten con “dobles fuentes” de suministros, de modo que no caiga la producción en caso de una crisis en un lugar concreto del planeta.
Por último, ha indicado que, en asuntos como la reducción de la huella de carbono, hay que mostrar “compromisos”, y ha apuntado que la idea que maneja Airbus es la de poder tener en 2035 un avión de cero emisiones, con el uso de hidrógeno: “Es un largo recorrido para llegar ahí, pero el momento actual es el de invertir para que nos permita llegar a ese punto con la tecnología necesaria”. Un proceso que va ligado a acciones que ya están en marcha, como “un sistema que guía a los aviones en el descenso de forma totalmente automática”, de modo que los aparatos no consumen combustible tanto en las maniobras de aproximación a la pista como en el aterrizaje, ha concluido Rojas.