El alemán Karl-Peter Griesemann, de 72 años, propietario de la compañía de ambulancias aéreas Quick Air y de Griesemann Aviation Group, su esposa, su hija de 26 años, que era piloto experimentada, y el novio de ésta eran los tripulantes del avión Cessna 551 que cayó al Mar Báltico el pasado domingo cuando se dirigían desde Jerez de la Frontera a Colonia.
Expertos aeronáuticos creen que el descenso de la presión en el interior del avión podría haber causado que el piloto y los pasajeros se desmayaran.
La compañía Quick Air Jet Charter GmbH se creó en 1991 en el aeropuerto internacional de Colonia Bonn. La empresa inició su operación con tres aviones Turbohélice con enfoque principal en vuelos de ambulancia aérea. La empresa creció de forma constante a lo largo de los años, ampliando su flota a Learjets con operaciones en todo el mundo.
Quick Air es filial de Griesemann Aviation Group, integrada en el Grupo Griesemann, una empresa internacional especializada en ingeniería y construcción de plantas. que emplea a más de 900 personas en nueve instalaciones en toda Europa.
La familia se dirigía a Colonia desde el sur de España donde poseía una lujosa mansión de vacaciones en la que pasaban temporadas a lo largo del año.