El consumo de queroseno en España durante la primera semana en vigor del decreto del estado de alarma por el coronavirus se redujo un 80%, según anunció el pasado sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El descenso del tráfico aéreo en nuestro país el sábado fue del 76% en comparación con la misma jornada del año anterior, según datos de Eurocontrol.
En su comparecencia televisiva, el presidente Sánchez alegó, en aras a la justificación de la eficacia del estado de alarma decretado, la reducción del consumo de combustible de los aviones en la primera semana en vigor.
El coronavirus ha viajado en avión. Prácticamente sólo hay vuelos de repatriaciones. Es obvio que el cierre de fronteras y hoteles, la reducción por decreto del 50% de vuelos, los cierres de empresas y ERTEs y la incertidumbre, el pánico y la psicosis creados por la propagación del virus letal han cambiado el modo de vida de los españoles.
No son momentos normales. No son horas de vacaciones, ocio, recreo, alegría y exteriorización en un país esencialmente turístico y extrovertido como el nuestro. Es tiempo de confinamiento, reclusión y aislamiento, de tristeza y preocupación, de cuarentena. ¡Todos en casa! Menos los enfermos, sus cuidadores y las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad que nos protegen y cuantos hacen lo posible para que la vida continúe con la menor merma posible.
El frenazo en la aviación es un hecho. El impacto de la caída general de la demanda y las restricciones fronterizas se puede ver claramente en el descenso el pasado jueves del tráfico aéreo europeo del 54% con respecto al mismo día de un año antes, según la fotografía estadística que ofrece Eurocontrol, la organización europea para la seguridad de la navegación Aérea.
Conforme a los datos de Eurocontrol relativos al impacto del coronavirus en la aviación europea, la actualización por países de la caída del tráfico en los mercados europeos correspondiente al pasado viernes, marcaba en España un descenso del 76% con respecto al mismo día del año anterior.
Los datos de Eurocontrol respecto al descenso de operaciones de compañías aéreas españolas el pasado viernes con relación al mismo día de 2019 arrojan la siguiente fotografía: Iberia (-78%), Vueling (-81%), Air Europa (-82%) y Air Nostrum (-84%).
La repercusión del fenómeno en Aena ha sido también muy significativa. En la primera semana de marzo, el tráfico de pasajeros en la red cayó un 14,3%, tras el descenso en el factor de ocupación en los últimos días del mes de febrero con motivo de la propagación del coronavirus, según informó la gestora aeroportuaria española.
Y eso a pesar de que el Gobierno no había prohibido aún la llegada de vuelos directos desde Italia ni había publicado el decreto de estado de alarma -reduciendo al 50% las operaciones- ni habían aparecido en el BOE el resto de órdenes ministeriales que han restringido los vuelos entre Península, Archipiélagos y Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.
Su reflejo en Bolsa se acusó el pasado día 16, primera jornada laboral tras la entrada en vigor del estado de alarma, en la que Aena perdió prácticamente un 45% de su valor con respecto al 21 de febrero de este mismo año, que cotizó al 167,60, bajando hasta 91,90 euros la acción. Bien es verdad que la semana pasada cerró con una subida hasta los 126 euros, que aún así supone un 25% menos que hace un mes.