El Departamento de Energía de EEUU (DOE) ha completado un importante hito en el avance de las misiones espaciales planificadas por la Nasa con el reciente envío de una fuente de calor de plutonio-238 desde el Laboratorio Nacional Oak Ridge a su homólogo en Los Álamos. Esta remesa, compuesta por 0,5 kilogramos de óxido de plutonio, marca un destacado logro desde que se reanudó la producción nacional de plutonio-238 hace más de 10 años. Es un paso significativo hacia la meta establecida de producir en promedio 1,5 kilogramos anuales para el año 2026.
El plutonio-238 es esencial en los sistemas de energía de radioisótopos (RPS), permitiendo la exploración de los rincones más profundos y alejados del sistema solar. Estos sistemas emplean la desintegración natural del plutonio-238 para suministrar calor a las naves espaciales a través de unidades calefactoras de radioisótopos livianas (LWRHU) o para generar tanto calor como electricidad mediante sistemas como el Generador Termoeléctrico de Radioisótopos de Misiones Múltiples (MMRTG).
El DOE ha producido el óxido de plutonio necesario para alimentar estos sistemas en misiones como la Mars 2020 de la Nasa. El rover Perseverance, que transporta parte de este nuevo plutonio, es la primera nave que se beneficia de esta reactivación de producción. Un MMRTG proporciona al rover, del tamaño de un automóvil, un suministro constante de calor y aproximadamente 110 vatios de electricidad, permitiendo su exploración en Marte y la recolección de muestras del suelo marciano.
«El Programa de Sistemas de Energía de Radioisótopos de la Nasa colabora estrechamente con el Departamento de Energía para operar misiones en los entornos más desafiantes de nuestro sistema solar y más allá», expresó Carl Sandifer, director del programa RPS en el Centro de Investigación Glenn de la Nasa en Cleveland.
Durante más de seis décadas, Estados Unidos ha confiado en sistemas de energía eléctrica y unidades de calefacción basadas en radioisótopos en sus misiones espaciales. Tres docenas de expediciones han explorado el espacio durante largos períodos gracias a la electricidad y el calor confiables proporcionados por los RPS.
La asociación entre la Nasa y el DOE sigue siendo sólida y continuará permitiendo misiones futuras que requieran radioisótopos en las próximas décadas, asegurando así la continuidad de la exploración espacial de la nación.