Comenzó el abastecimiento de combustible de la nave espacial para la próxima prueba de vuelo de tripulación (CFT) mientras el equipo Starliner se prepara para enviar su primera tripulación a la Estación Espacial Internacional (ISS). La nave espacial Starliner de Boeing fue trasladada recientemente al Área de Procesamiento Peligroso en la Instalación de Procesamiento de Carga y Tripulación Comercial (C3PF) de Boeing en el Centro Espacial Kennedy en Florida. Recargar combustible a la nave espacial llevará poco más de dos semanas.
La operación de carga de propulsor la lleva a cabo un equipo formado por técnicos especialmente capacitados, así como ingenieros de pruebas eléctricas, de fluidos y de propulsor. Para realizar la operación, los técnicos usan lo que se llama un traje SCAPE (conjunto de protección atmosférica autónomo) y los protege de cualquier producto peligroso. A lo largo de la operación, los compañeros del equipo de prueba monitorizan la nave espacial, incluidos los sensores y válvulas, así como el entorno dentro del C3PF.
Después del abastecimiento de combustible, se realizarán las actividades finales de cierre para el traslado de la nave espacial desde la fábrica hasta la Instalación de Integración Vertical de United Launch Alliance (ULA) en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral. Las actividades de cierre incluyen retirar los paneles de acceso al propulsor, colocar cubiertas ambientales sobre las salidas de las boquillas de empuje de la nave espacial, realizar trabajos en el sistema de protección térmica, verificar el peso final y el centro de gravedad de la nave espacial y cargarla en el vehículo de transporte.