Boeing ha publicado los resultados del cuarto trimestre y del año 2024, marcados por progresos en la estabilización operativa, nuevos contratos en sus divisiones de aviación comercial, defensa y servicios, y un crecimiento en la cartera de pedidos, que asciende a 521.000 millones de dólares. Sin embargo, los números financieros reflejan las dificultades del año, incluyendo pérdidas por acciones laborales, costes de programas de defensa y ajustes en la fuerza laboral.
Durante el último trimestre de 2024, Boeing reportó unos ingresos de 15.200 millones de dólares, pero sufrió una pérdida operativa de 5,46 dólares por acción (GAAP) y una pérdida de 5,90 dólares por acción ajustada (no GAAP). Entre los factores que afectaron estos resultados destacan el impacto de la huelga de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM), que afectó los programas 737, 767 y 777/777X; los cargos por 1.700 millones de dólares en programas de defensa como el KC-46A, el T-7A Red Hawk, el Commercial Crew y el MQ-25; y los costes derivados de la reestructuración laboral anunciada el año pasado.
En términos de flujo de caja, Boeing registró un flujo operativo negativo de 3.500 millones de dólares, aunque aumentó su posición en efectivo y valores negociables a 26.300 millones de dólares, principalmente gracias a una emisión de capital de 24.000 millones.
La unidad de aviones comerciales cerró el trimestre con ingresos de 4.800 millones de dólares, impulsada por la entrega de 100 unidades del 737-10 para Pegasus Airlines y 30 unidades del 787-9 para flydubai.
El programa 737 retomó la producción, mientras que el 787 alcanzó un ritmo de fabricación de cinco unidades mensuales. Boeing también reanudó las pruebas de certificación del 777X, con la primera entrega prevista para 2026. A lo largo de 2024, Boeing entregó 348 aviones comerciales y registró 279 pedidos netos, cerrando el año con una cartera valorada en 435.000 millones de dólares.
Con ingresos de 5.400 millones de dólares en el trimestre, la división de Defensa obtuvo contratos clave, como los 15 KC-46A Tankers para la Fuerza Aérea de EEUU y los siete P-8A Poseidon para la Marina de EEUU. El último trimestre también incluyó la entrega final de la aeronave T-7A Red Hawk para desarrollo y fabricación. El backlog de esta división se sitúa en 64.000 millones de dólares, con un 29 % proveniente de clientes fuera de EEUU.
La unidad de Servicios Globales alcanzó ingresos de 5.100 millones de dólares, con un margen operativo del 19,5%. Entre los logros destacan contratos de sostenimiento del C-17 y actualizaciones para el F-15 Japan Super Interceptor.
Kelly Ortberg, CEO de Boeing, subrayó la prioridad de recuperar la confianza de clientes, empleados, inversores y reguladores, mediante cambios fundamentales en la gestión de seguridad y calidad. A pesar de los retos financieros, Boeing mantiene una sólida base para la recuperación con un backlog de más de 5.500 aviones comerciales y contratos clave en defensa y servicios. La compañía anticipa continuar aumentando su producción en 2025 y seguir avanzando en su estrategia de largo plazo.