La compañía Boeing anunció ingresos en el segundo trimestre del año por valor de 15.800 millones de dólares, lo que refleja el cargo por el 737 MAX anunciado la pasada semana, que redujo los ingresos en 5.600 millones de dólares y los beneficios en 8,74 dólares por acción, así como las menores entregas de 737 parcialmente compensadas por un mayor volumen de servicios y defensa.
El constructor aeronáutico norteamericano adelantó el pasado jueves que registrará una dotación después de impuestos de 4.900 millones de dólares relacionada con la estimación de potenciales contraprestaciones a los clientes por las molestias causadas por la suspensión temporal del 737 MAX y los retrasos asociados en las entregas. Esta dotación supondrá una reducción de 5.600 millones de dólares en los ingresos y los beneficios antes de impuestos del segundo trimestre, como ahora ha confirmado.
Además, los costes contables estimados por Boeing para fabricar el 737 aumentaron en 1.700 millones de dólares en el segundo trimestre, principalmente por los mayores costes asociados con la reducción del ritmo de producción que se ha prolongado más de lo previsto. El incremento de costes en el programa del 737 reducirá el margen del programa en el segundo trimestre y en los siguientes.
Las previsiones anteriores para 2019 no reflejan el impacto del 737 MAX. Debido a la incertidumbre en cuanto al calendario y las condiciones en las que la flota 737 MAX volverá a estar activa, se emitirán nuevas previsiones en una fecha futura. Boeing está colaborando estrechamente con la FAA en el proceso diseñado para certificar la actualización del software del 737, para conseguir que el MAX vuelva al servicio en condiciones seguras.
Se está avanzando con diligencia en el desarrollo de las pruebas y presentaremos el paquete final de software a la FAA una vez que hayamos satisfecho todos sus requisitos de certificación. Los reguladores determinarán el proceso para certificar el software y las actualizaciones del MAX, además del momento en que se levantará la suspensión del servicio.
«Se trata de un momento decisivo para Boeing y seguimos centrados en nuestros valores de seguridad, calidad e integridad en todo lo que hacemos mientras avanzamos hacia el objetivo de conseguir la vuelta del 737 MAX al servicio activo», declaró Dennis Muilenburg,pPresidente del Consejo de Administración, presidente ejecutivo y consejero delegado de Boeing. «En estos momentos difíciles, los equipos de toda la compañía siguen rindiendo a un alto nivel para cumplir los compromisos y captar nuevas oportunidades, impulsados por fundamentos sólidos a largo plazo».
La cartera total de pedidos de la compañía asciende a 474.000 millones de dólares al cierre del trimestre, e incluye pedidos netos nuevos por valor de 9.000 millones de dólares.
Los ingresos del segundo trimestre de la División de Aviones Comerciales fueron de 4.700 millones de dólares, lo que refleja el lastre del B737 MAX anunciado anteriormente y las entregas de este modelo más bajas parcialmente compensadas por una combinación favorable.
Durante el segundo trimestre, Commercial Airplanes entregó 90 aviones, incluidos 42 del modelo 787, y obtuvo dos pedidos del 777 carguero para DHL y seis 767 cargueros para FedEx. Los puntos destacados del Salón Aeronáutico de París incluyen una carta de intención de IAG para 200 aviones 737 MAX, así como varios compromisos para aviones de fuselaje ancho.
El programa 777X está progresando bien en las pruebas previas al vuelo. Si bien la compañía aún apunta a finales del año próximo para la primera entrega. Existe un riesgo significativo para este programa debido a los desafíos del motor, que retrasan el primer vuelo hasta principios de 2020.
La acumulación de aviones comerciales se mantiene saludable con más de 5.500 aviones valorados en 390.000 millones de dólares.