Boeing, a través de su CEO, Dave Calhoun, ha pedido a la Administración de EEUU que separe en su relación con China separe las disputas por los derechos humanos de los aspectos puramente comerciales para no darle ventaja a su competidor europeo, Airbus, informó Bloomberg.
“No podemos permitirnos quedarnos fuera de ese mercado. Nuestro competidor saltará directamente”, dijo Calhoun durante una cumbre de aviación organizada el pasado miércoles por la Cámara de Comercio de Estados Unidos. «Nada bueno proviene del comercio restringido».
China es uno de los últimos reguladores importantes que aún no ha autorizado a los aviones 737 MAX de Boeing a reanudar el vuelo después de los dos trágicos accidentes que causaron la muerte de 346 personas y provocaron su inmovilización global durante 20 meses.
La aerolínea estatal China Eastern anunció el pasado miércoles que está negociando con Boeing un posible pedido de aviones 737 MAX, pero advirtió de la «gran incertidumbre» sobre cuándo se permitirá reanudar las entregas.
Boeing no ha recibió ningún pedido de China para su avión 737 MAX, una fuente decisiva de ingresos, durante la Administración Trump, según los datos publicados por la compañía.
Airbus y Boeing venden cada uno alrededor de una cuarta parte de sus aviones a China, que ha superado a Estados Unidos como el mercado de viajes nacional más grande del mundo.
Calhoun ha advertido a EEUU que bloquear las relaciones comerciales con China por la cuestión de los derechos humanos daría ventaja a su competidor europeo en las ventas de aviones a ese país del Extremo Oriente. El CEO de Boeing elogió a la administración Biden por avanzar con la Unión Europea en el proceso de poner fin a los aranceles de los aviones, al tiempo que reconoció que será mucho más difícil desenredar los complejos desacuerdos con China.