Boeing ha iniciado la pasada semana los despidos anunciados hace un mes comunicándoselo a unos 400 empleados, algunos miembros de la Society of Professional Engineering Employees in Aerospace (SPEEA), un sindicato profesional que representa a más de 24.000 ingenieros, trabajadores técnicos y otros profesionales de la industria aeroespacial.
Según el sindicato, 438 trabajadores recibieron la carta de despido; de ellos, 218 son miembros de SPEEA, entre los que figuran ingenieros y científicos; el resto son analistas, planificadores, técnicos y trabajadores cualificados.
Boeing anunció hace un mes, como informó este diario, que planeaba reducir un 10% de su plantilla en todo el mundo, lo que supone prescindir de unos 17.000 trabajadores, y que aplazará las entregas de su avión carguero 777X a dentro de dos años, según informó a los empleados el CEO de la compañía, Kelly Ortberg.
En dos mensajes emitidos entonces, Boeing señaló que “nuestra empresa se encuentra en una situación difícil, requiere decisiones difíciles y tendremos que hacer cambios estructurales para asegurarnos de que podamos seguir siendo competitivos y cumplir con nuestros clientes a largo plazo”.
En el primero de los comunicados emitidos, Ortberg advirtió que las reducciones de empleo “incluyen a ejecutivos, dirección y empleados”. En el segundo, adelantaba que los resultados del tercer trimestre de la compañía se verían afectados por grandes gastos, debido, en particular, a la huelga de más de 33.000 trabajadores desde hace un mes.