Las exportaciones de productos espaciales desde la Unión Europea han experimentado un crecimiento sostenido en los últimos cinco años, alcanzando un valor total de 1.217 millones de euros en 2024, según los últimos datos publicados por Eurostat. Esta cifra representa un ligero incremento frente a los 1.200 millones registrados en 2019, reflejando una tendencia al alza en la competitividad del sector aeroespacial europeo en el mercado global.
El comercio incluye una amplia gama de productos espaciales: vehículos lanzadores orbitales y suborbitales, satélites y otros componentes clave para misiones espaciales, tanto comerciales como gubernamentales.
Por otro lado, las importaciones de productos espaciales por parte de la UE también se han incrementado, pasando de 117 millones de euros en 2019 a 166 millones en 2024. Aunque el valor total sigue siendo modesto en comparación con las exportaciones, el crecimiento apunta a una mayor diversificación tecnológica y al acceso de empresas europeas a soluciones espaciales desarrolladas fuera del continente.
El análisis por países revela una alta concentración de las exportaciones hacia unos pocos socios estratégicos. En 2024, Estados Unidos absorbió el 77,3% del valor total de las exportaciones europeas de productos espaciales, consolidándose como el principal destino del comercio espacial de la UE. Le siguen Indonesia, con un 9,7%, y Corea del Sur, con un 8,6%.
Estos datos reflejan el peso creciente de acuerdos bilaterales y alianzas tecnológicas con mercados extracomunitarios que valoran la calidad, fiabilidad y competitividad de los productos desarrollados por la industria espacial europea.
Un sector en expansión
El comercio exterior de productos espaciales es un indicador relevante del dinamismo del sector y de su capacidad para generar valor añadido en la economía europea. El incremento de las cifras, tanto en exportación como en importación, se enmarca en un contexto global marcado por la expansión del acceso al espacio, el crecimiento del mercado satelital y la proliferación de nuevas plataformas de lanzamiento.
En paralelo, la consolidación de programas estratégicos europeos como Galileo, Copernicus, IRIS² o la futura constelación de comunicaciones cuánticas, continúa impulsando la innovación industrial, la autonomía tecnológica y el posicionamiento internacional de la UE como actor relevante en el nuevo ecosistema espacial.
El reto, a medio plazo, será reforzar el liderazgo industrial europeo, diversificar mercados y mejorar la competitividad global frente a actores emergentes, al tiempo que se mantiene el compromiso con la sostenibilidad y el uso pacífico del espacio.