Las organizaciones de consumidores de 31 países europeos, representadas por el Bureau Européen des Unions de Consommateurs (BEUC), han expresado su respaldo a las sanciones impuestas por el Gobierno de España a cinco aerolíneas low cost por prácticas abusivas. La declaración tuvo lugar este jueves 20 de marzo durante la reunión ejecutiva del BEUC en Madrid, celebrada en la sede de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) con motivo de su 50 aniversario.
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, participó en el encuentro y defendió la necesidad de que las instituciones europeas prioricen la protección de los consumidores sobre los intereses de las empresas. Destacó que España ha sido el primer país en Europa en sancionar a aerolíneas como Ryanair, Vueling, EasyJet, Norwegian y Volotea, con multas que suman 179 millones de euros por prácticas como el cobro de equipaje de mano y la asignación de asientos contiguos a pasajeros dependientes.
“Hemos sido los primeros en actuar, pero no seremos los únicos”, afirmó Bustinduy, subrayando que otros países europeos han iniciado procedimientos similares inspirados en la acción del Gobierno español.
El director general del BEUC, Agustín Reyna, pidió a la Comisión Europea que mantenga una postura firme contra las aerolíneas que vulneran los derechos de los pasajeros, asegurando que la defensa de los consumidores debe ser un eje central en el desarrollo del mercado único europeo.
Acciones legales y nuevas regulaciones
Además del respaldo a las sanciones, la OCU anunció el inicio de acciones legales para que los pasajeros afectados sean indemnizados. La organización ha impulsado un pleito testigo contra Ryanair para exigir la devolución de los pagos indebidos por el equipaje de cabina.
En la reunión del BEUC también se discutió la nueva Agenda Europea del Consumidor 2025-2030, centrada en reforzar la seguridad en comercio digital, combatir las estafas online y garantizar el cumplimiento de las regulaciones europeas en materia de consumo.
La presión de las organizaciones de consumidores y las sanciones impuestas en España podrían marcar el inicio de una mayor regulación del sector aéreo en la Unión Europea. Las aerolíneas low cost se enfrentan ahora a un escenario donde sus modelos de negocio deberán adaptarse a nuevas normativas para garantizar la transparencia y los derechos de los pasajeros.
Mientras tanto, el Gobierno español se consolida como líder en la defensa de los consumidores en Europa, impulsando un cambio que podría reescribir las reglas del transporte aéreo en la región.