La nave espacial Solar Orbiter ha aplazado su lanzamiento desde Cabo Cañaveral al día 8 de febrero a las 05.15. En un principio, estaba previsto para el día 6 de febrero 2020 desde el Complejo 41 de Lanzamiento Espacial de la Estación de la Fuerza Aérea a bordo del vehículo de lanzamiento Atlas V de ULA.
Los objetivos generales de la misión Solar Orbiter son examinar cómo el Sol crea y controla la heliosfera y los efectos en ella de la actividad solar. La sonda combinará observaciones in situ y detección remota cercana al Sol para obtener nueva información sobre la actividad solar y cómo las erupciones producen partículas energéticas, qué provoca el viento solar y el campo magnético coronal, y cómo funciona el dínamo solar.
Solar Orbiter es una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) con una fuerte participación de la Nasa. El Programa de Servicios de Lanzamiento de la Nasa con sede en Kennedy está gestionando el lanzamiento.
Solar Orbiter se comunicará con la Tierra a través de la red de seguimiento del espacio profundo de la ESA, Estrack. La nave no se comunicará en tiempo real con la Tierra durante los sobrevuelos, sino que las solicitudes de operaciones de la carga útil se transmitirán desde el centro de operaciones de la misión de ESOC, en Darmstadt (Alemania). Los datos científicos resultantes se recopilarán y almacenarán en el satélite y luego se descargarán durante una serie de ventanas de ocho horas designadas para la comunicación con la estación terrestre de 35 metros de la ESA en Malargüe (Argentina). Otras estaciones de Estrack funcionarán a modo de respaldo, como la de Nueva Norcia (Australia) y la de Cebreros, en España.
El Centro de Operaciones Científicas (SOC) con sede en ESAC, cerca de Villanueva de la Cañada, será responsable de toda la planificación de la misión. Dado que las características orbitales de la misión varían significativamente de una órbita a otra, el equipo científico y el SOC deben contar en todo momento con una detallada planificación. El centro de operaciones también será responsable de archivar todos los datos de Solar Orbiter de forma que queden fácilmente accesibles para todos. De esta manera se asegurará el legado de la misión, garantizando que funcione como recurso para cualquier científico que desee emplear los datos, incluso mucho después de acabada la fase operativa de la misión.