Airbus ha logrado la primera operación de reabastecimiento de combustible aire-aire (A3R) completamente automatizada. La campaña de prueba de vuelo, realizada a principios de año sobre el Océano Atlántico, involucró un avión cisterna de Airbus equipado con la solución Airbus A3R y un avión de combate F-16 de la Fuerza Aérea portuguesa como receptor.
La campaña supuso un total de 45 horas de prueba de vuelo y 120 contactos secos con el sistema A3R. La fase de certificación comenzará en 2021, asegura el fabricante en un comunicado.
Didier Plantecoste, jefe de programas de tanques y derivados de Airbus, explica que “el logro de este hito clave para el programa A3R destaca el excelente desarrollo de la hoja de ruta de capacidad del A330 MRTT y confirma, una vez más, que nuestro avión cisterna es la referencia mundial para las operaciones de reabastecimiento de combustible presentes y futuras. Nuestro agradecimiento especial a la Fuerza Aérea portuguesa por su continuo apoyo y ayuda en este desarrollo crucial”.
El sistema A3R no requiere equipo adicional en el avión receptor y está destinado a reducir la carga de trabajo del operador de reabastecimiento de combustible (ARO), mejorar la seguridad y optimizar la tasa de transferencia de reabastecimiento de aire a aire en condiciones operativas, ayudando a maximizar la superioridad aérea. El objetivo del sistema A3R es desarrollar tecnologías que alcancen capacidades totalmente autónomas.
Una vez que el ARO activa el sistema, el A3R vuela el brazo automáticamente y mantiene la alineación entre la punta del brazo y el receptáculo del receptor con una precisión de un par de centímetros. La alineación adecuada y la estabilidad del receptor se verifican en tiempo real para mantener una distancia segura entre el brazo y el receptor y también para determinar el momento óptimo para extender el haz telescópico para lograr la conexión con el receptor. En este punto, la transferencia de combustible se inicia para llenar el avión receptor y una vez que se completa y se ordena la desconexión, el brazo se aleja del receptor retrayendo el haz telescópico y volando el brazo para mantener una distancia de separación segura. Durante este proceso, el ARO simplemente monitorea la operación.