La compañía estatal Aerolíneas Argentinas está adelgazando de cara a una posible venta, desprendiéndose del 13% de su plantilla, recortando rutas nacionales que pierden dinero e incluso eliminando aperitivos que antes estaban a disposición de los pasajeros, según fuentes y documentos a los que tuvo acceso la agencia Reuters.
Los recortes, muchos de cuyos detalles no se habían comunicado anteriormente, forman parte de un intento encubierto de recortar la carga de la aerolínea sobre el Estado y atraer la inversión privada. La campaña avanza, a pesar de que los planes del presidente Javier Milei de privatizar la empresa han generado rechazo.
Reuters habló con 10 ejecutivos de la compañía, funcionarios, pilotos, trabajadores de la aerolínea y miembros del sindicato, y vio un memorando sobre los planes de racionalizar la aerolínea para su venta.
El impulso dio lugar a unos resultados operativos de éxito para Aerolíneas en 2024, dijo una alta fuente de la compañía antes de la publicación de los resultados de todo el año de la aerolínea la semana que viene. Parte de ello refleja la reducción de plantilla de dos dígitos que se apuntaba en el documento anterior visto por Reuters.
«Nuestro trabajo es poner (a Aerolíneas) en orden», dijo una fuente, añadiendo que la aerolínea pretendía operar más como sus homólogas privadas. «De ese modo, cuando llegue el momento y el gobierno permita su venta, la compañía será más atractiva».
En julio, Aerolíneas obtuvo beneficios por primera vez en siete años, según datos compartidos con Reuters. Milei se ha enfrentado a la resistencia del Congreso a privatizar Aerolíneas por completo, pero está decidido a sacar adelante sus planes. Su gobierno ha amenazado con cerrar la aerolínea si no consigue privatizarla.