La Nasa ha iniciado la construcción de una nueva antena de comunicación para poder acceder a las naves espaciales más alejadas de la agencia, dentro de su plan de expansión al espacio profundo.
La antena parabólica, de 34 metros, representa el futuro de las misiones, las cuales requerirán una tecnología más avanzada como láseres capaces de transmitir grandes cantidades de datos de astronautas en la superficie marciana.
La agencia cree que habrá de más de 30 misiones en el espacio profundo, incluidas muchas misiones internacionales. A medida que se van lanzado misiones y con más de ellas en proceso, la agencia está buscando fortalecer esta red. Por ello, la antena, que se espera que esté lista en dos años y medio y que será bautizada como Deep Space Station-23 (DSS-23), elevará el número de antenas operativas del DSN a 13.
“Desde la década de 1960, cuando el mundo vio por primera vez imágenes en vivo de humanos en el espacio y en la Luna, para revelar imágenes y datos científicos de la superficie de Marte y vastas y distantes galaxias, la Red del Espacio Profundo ha conectado a la humanidad con nuestro sistema solar y más allá”, explica Badri Younes, administrador adjunto de la Nasa para comunicaciones y navegación espacial o SCaN, que supervisa las redes de la NASA.
“Esta nueva antena, la quinta de las seis planificadas actualmente, es otro ejemplo de la determinación de la Nasa de permitir la exploración científica y espacial mediante el uso de la última tecnología”, comenta Younes.
Administrado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa en Pasadena, California, la red de espacio profundo más grande y concurrida del mundo está agrupada en tres ubicaciones: Goldstone (California), Madrid (España) y Canberra (Australia), que se colocan aproximadamente a 120 grados de distancia alrededor del mundo para permitir el contacto continuo con la nave espacial a medida que la Tierra gira.
“El DSN es la única línea telefónica de la Tierra para nuestras dos naves espaciales Voyager, ambas en el espacio interestelar, todas nuestras misiones a Marte y la nave espacial New Horizons que ahora está mucho más allá de Plutón”, comenta el subdirector del JPL, Larry James. “Cuanto más exploramos, más antenas necesitamos para hablar con todas nuestras misiones”.
Si bien el DSS-23 funcionará como una antena de radio, también estará equipado con espejos y un receptor especial para láseres emitidos desde naves espaciales distantes. Esta tecnología es crítica para enviar astronautas a lugares como Marte. Los seres humanos allí necesitarán comunicarse con la Tierra más de lo que lo hacen los exploradores robóticos de la Nasa y una base en Marte, con sus sistemas y equipos de soporte vital, estaría llena de datos que necesitan ser monitorizados.
“Los láseres pueden aumentar su velocidad de datos de Marte en aproximadamente 10 veces lo que obtiene de la radio”, dijo Suzanne Dodd, directora de la Red Interplanetaria, la organización que administra el DSN. “Esperamos que proporcionar una plataforma para comunicaciones ópticas aliente a otros exploradores espaciales a experimentar con láseres en futuras misiones”.