El CEO de AirAsia Group, Tony Fernandes, se apartará de la compañía al menos por dos meses tras los informes de las autoridades anticorrupción que apuntan a él y otro alto ejecutivo de la aerolínea en supuestos sobornos a cambio de importantes pedidos de aviones Airbus.
Las acusaciones se han hecho públicas al conocer los acuerdos extrajudiciales suscritos entre el constructor aeronáutico europeo con las autoridades de EEUU, Reino Unido y Francia. Airbus concluyó a finales del mes pasado acuerdos para pagar 3.598 millones de euros más intereses y costas, poniendo así fin a las investigaciones de estas autoridades con respecto a las acusaciones de soborno y corrupción, por un lado y por otro, a declaraciones inexactas y engañosas según las International Traffic in Arms Regulations (ITAR) estadounidenses.
Algunas de esas acusaciones de la investigación de la Serious Fraud Office (SFO) del Reino Unido, que involucran a AirAsia Group, se refieren a un acuerdo de patrocinio de 2012 entre el ahora desaparecido equipo de carreras de Fórmula 1 de Caterham, fundado por el CEO de AirAsia, Tony Fernandes, y el consorcio aeroespacial europeo EADS, ahora Airbus. La SFO dijo el pasado viernes que, entre octubre de 2013 y enero de 2015, EADS pagó 50 millones de dólares por el patrocinio de Caterham, propiedad conjunta de dos ejecutivos de Air Asia.